Tommy Robredo y Carlos Moyá se colocaron ayer en los tacos de salida para la carrera hacia el título con una exhibición de juego, la lástima es que uno de los dos quedará eliminado en octavos de final, cuando mañana se crucen, ya que la suerte les ha emparejado en la misma zona del cuadro. Hoy intentarán unirse a ellos Albert Costa, Feliciano López y Virginia Ruano, que son los únicos españoles que quedan en liza.

Robredo sólo necesitó 1 hora y 37 minutos para deshacerse del chileno Nicolás Massu, un rival que, por su clasificación (número 11 del mundo), debía ofrecer más resistencia. Pero, ayer, Massu sólo pudo ganar cuatro juegos. "Ganar así es un poco irreal e inesperado. La verdad es que ha puesto poca resistencia. Pero tal como he jugado hoy no creo que me hubiese ganado nunca", dijo el catalán al saber que su rival argumentó su derrota por unas molestias en el hombro y una contractura en la pierna izquierda. Lo cierto es que Robredo le pasó por encima como una apisonadora y, después del 2-2 del primer set, se apuntó 15 juegos seguidos.

Moyá hizo una demostración parecida ante el holandés Raemon Sluiter en la central. El mallorquín apenas necesitó 1 hora y 31 minutos para alcanzar los octavos de final tras ceder tan sólo siete juegos (6-0, 6-3, 6-4).

DERROTA DE CORRETJA Esa confianza y seguridad que demostraron Moyá y Robredo es la que siguen sin encontrar Alex Corretja y F¨lix Mantilla. Corretja, finalista en 1998 y el 2001, cayó eliminado por el argentino Juan Ignacio Chela (6-4, 6-4, 4-6, 6-3) en la tercera ronda y Mantilla, semifinalista en 1998, fue derrotado por el ruso Marat Safin en un duelo de segunda ronda, que perdió en cinco sets (6-4, 2-6, 6-2, 6-7 (4-7), 11-9).

Esas dos derrotas en otra época les habrían dolido mucho más a ambos, pero ayer aunque no ocultaban su decepción, las encajaron con resignación, ya que ambos atraviesan una mala época.