Hace años que la jungla ha dejado de rugir. Atrás han quedado los tiempos en que un boxeador, fuera o no fuera el más grande de todos los tiempos, provocaba una pasión que desbordaba los límites del cuadrilátero. Incluso en Las Vegas.

El boxeo puede seguir y sigue siendo un lucrativo negocio, pero están casi enterrados sus momentos de gloria, esos en que cualquiera, aficionado o no, conocía perfectamente a sus protagonistas por algo más que los escándalos y podía emocionarse con cada triunfo y sufrir con cada golpe, con cada KO. Hoy pocos, muy pocos, más bien nadie, pueden decir quién tiene el cinturón, quién es el auténtico campeón del momento. Incluso en Las Vegas. Pero hay alguien dispuesto a cambiar las cosas. Y no podía ser otro que Rocky Balboa.

En realidad se trata de Sylvester Stallone, el actor que hace 28 años escribió y encarnó en el cine a ese personaje. Se ha embarcado en un proyecto para devolver al boxeo el espíritu de sus épocas doradas. Adaptándose a los tiempos, necesita la televisión. Y va mucho más allá.

Junto al productor de cine Jeffrey Katzenberg, socio de Steven Spielberg en Dreamworks, y el de la versión estadounidense de Supervivientes , Mark Burnett, han vendido El aspirante , un concurso tipo Operación Triunfo en el que buscarán a la estrella que dé el soplo de vida definitivo para revivir la pasión por el boxeo.

En el concurso, el hombre que en tres días escribió la historia de Balboa inspirándose en un combate entre el desconocido Chuck Wepner y el gran Muhammad Alí, será el mentor de los boxeadores "con todo el espíritu de Rocky", (aunque no podrá usar este nombre por no tener los derechos de la película).

Quizá por el potencial tirón de Stallone o quizá por el auge mundial de la reality tv , las cadenas estadounidenses han visto el potencial, y tras una pelea tan intensa como un Foreman-Frazier, la NBC dio el viernes el golpe definitivo que noqueó a la competencia: más de dos millones de dólares por capítulo.

Grandes beneficios

Pero si los ejecutivos de televisión están ya frotándose las manos con los potenciales beneficios, el mundo del deporte está esperanzado, y es que Stallone, Katzenberg y Burnett han anunciado su intención de "reinventar el boxeo".

"Queremos recuperar una parte de América que se ha perdido", ha dicho Burnett, que cree que los escándalos y las sospechas que rodean a un deporte que ha quedado relegado a canales de pago lo han depreciado. "Es el deporte en que más se paga, y sin embargo ya nadie cree en él. ¿Qué pasará si lo hacemos transparente?", se pregunta. Cree tener la respuesta. "Su alza será astronómica".