El Barça ha sucumbido ante el Roma en el segundo amistoso de pretemporada. La convincente actuación de los azulgranas cuando lucharon los dos equipos titulares (2-1) se truncó con los cambios de ambos equipos en el segundo tiempo (2-4). La juventud de las filas barcelonistas se notó, ya que el cuadro italiano no tenía jugadores de su filial ni juveniles y pudo voltear el marcador en el último cuarto de hora.

Aunque el Roma repitió triunfo, como en la recordada eliminatoria de Champions del mes de abril, el duelo no se pareció en nada al del estado Olímpico. Se ha visto desde el primer momento. El perfil del Barça ha sido muy distinto, tanto en nombres (solo repetían Semedo y Sergi Roberto) como en el nivel exhibido sobre el césped: el dominio azulgrana ha sido por momentos avasallador. A los 44 segundos Munir firmaba el primer remate, a modo de aviso, y a los 5 minutos marcaba Rafinha tras una bella pared con Munir en la frontal del área.

Ya se sabe que a los equipos italianos no les importa mucho tener o no el balón. El Roma ha confirmado esta característica y asumió sin ningún problema que los muchachos de Valverde se recrearan con la pelota y la usaran también para defenderse. En el descanso, el reparto de posesión era del 74%-26%. Sin embargo, el marcador reflejaba un empate, después de que una colada por la banda derecha de Justin Kluivert terminara con un gran balón a El Shaarawy, que pudo rematar solo en el centro del área (m. 34).

Rafinha empalma un zurdado y abre el marcador. / KEVIN JAIRAJ (USA TODAY)

Acaba el Barça B

Valverde alineó a todos los miembros del primer equipo en el once inicial (Cucurella tuvo el privilegio de comparecer con ellos) y reservó a los jóvenes para la reanudación. Lenglet, Arthur y Malcom, los tres fichajes, han sido titulares, continuando la buena línea mostrada ante el Tottenham. Malcom se apuntó el 2-1 poco después del descanso, a portería vacía.

La lista de nombres del Barça era la del Barça B, a excepción de Cillessen, mientras que el Roma, con muchos menos internacionales en el Mundial de Rusia, mantenía fuego de artillería: Fazio, Kolarov, Perotti, Pastore, Schick... Fue entonces cuando se produjo un mayor equilibrio de fuerzas futbolísticas, no físicas, que provocó un vuelco en el marcador del grandioso estadio AT&T de Arlington. Florenzi resolvió uno de los ataques romanistas (m. 77) antes de que Cristante (m. 82) se aprovechara de la bisoñez de los centrales barcelonistas. Schick le arañó luego un penalti a Chumi que transformó Perotti (m. 85).