El magnate y actual presidente del Chelsea, Roman Abramovich, no se quiso perder el homenaje a Zola y presenció desde el palco el partido. Abramovich, que ha convertido al Chelsea en la mayor potencia económica del fútbol europeo, es ya más que un símbolo para la afición del conjunto inglés y no es extraño ver camisetas con su nombre y a numerosos hinchas pedirle autógrafos.