El 2013 fue un año horrible en casa para el Zaragoza. Lo fue en Primera, para ser una de las claves del descenso, y la cosa no mejoró mucho en la categoría de plata. Seis triunfos, siete empates y ocho derrotas hizo el equipo aragonés ante su gente en un año nefasto, para firmar 25 puntos de 63 (39%). A ver si el cambio de las hojas del calendario revierte esa tendencia, pero el Zaragoza tiene que cambiar mucho las tristes sensaciones que ha dado en el Municipal en la categoría de plata.

El conjunto de Herrera solo ha firmado la mitad de los puntos de casa, 15 de 30, un balance que deja a las claras que La Romareda no es un fortín. Ni mucho menos. De hecho, solo el Girona, con 12 puntos, el Alcorcón y el Barça, con 13, y el Alavés, con 14, llevan menos como local que el cuadro aragonés, señal clara de que esos números no sirven para pensar en subir. Si se quiere ser de Primera, el feudo propio no puede ser un sumidero de semejantes dimensiones.

El Zaragoza, que ha caído en La Romareda ante Lugo, Recre y Numancia, no pierde ante su gente desde que se llevó el botín el cuadro soriano el 10 de noviembre. Después, venció sin brillo al Girona (1-0), con un gol afortunado de Álvaro en un partido donde la ironía sustituyó a los pitos, y al Córdoba, con otro tanto no con menos suerte de José Mari tras un terrible partido --"Hemos jugado muy mal", dijo Herrera-- y con un enfrentamiento de Leo Franco con un sector de la grada. Mientras, el último duelo en casa del 2013 fue un triste empate con el Murcia, un choque donde apenas generó ocasiones de gol.