Pocas estampas son tan bonitas como ver a los más jóvenes apoyar a su equipo. Con los grandes fagocitando muchas veces a los pequeños, también en cuanto a la afición, el Real Zaragoza goza en este aspecto de muy buena salud, algo además de mucho mérito contando que se afronta la sexta campaña consecutiva en Segunda División.

Restan los últimos coletazos de la campaña de abonados de verano con cifras de récord. Son casi 26.000 abonados ya que la entidad ha dado por concluido el plazo para guardar el asiento a los socios que no se han pronunciado o cuyos recibos de la domiciliación bancaria han sido devueltos. Poco a poco La Romareda va cambiando su público y está enganchando a los más jóvenes.

Hasta la fecha, el Real Zaragoza ha sumado 6.080 altas nuevas desde el inicio de la campaña de abonados. De todas ellas, unas 500 han ido directamente al Gol de Pie, lo que supone un tercio aproximadamente del aforo total de la grada de animación.

La edad media de las altas nuevas está situada en los 26,6 años, una cifra que contrasta con los 34,6 de media del resto del estadio municipal. Sus zonas preferidas son los fondos, que de hecho fueron los primeros en agotarse, ya que la juventud implica menos poder adquisitivo en general. En total, casi un tercio de La Romareda, el 30,4%, son menores de edad. Una barbaridad de dato.

Niños y adolescentes / Otro dato que plasma el rejuvenecimiento que está viviendo La Romareda es que, en una pirámide de abonados por edades, similares a las de población, los abonados que tienen 15 años son los que ganan, los que más hay, seguidos de los que tienen 17 y 19 años, por lo que los adolescentes están cogiendo mucho peso entre la afición blanquilla. El dato de los más pequeños también es muy esperanzador. Desde bien niños las familias buscan inculcar zaragocismo y hay 2.300 pequeabonados que tienen entre 0 y 6 años y otros 3.700 más entre 7 y 14 años. Unos 6.000, sin contar el resto de los adolescentes hasta llegar al 30,4% de los menores de edad. Las ventajas para las familias, numerosas o no, han sido también claves para arrastrar pequeños aficionados al estadio.

Además, un comportamiento que ha observado el club y que es habitual es que los jóvenes acuden en grupo a formalizar su abono y en varias ocasiones no han sido pequeñas las agrupaciones, con hasta 15 amigos o conocidos que han ido a las oficinas. La Romareda es de los zagales jóvenes y el futuro está asegurado.