"Fue un golpe duro, nunca imaginé que pasaría por una situación así". Ronaldinho ha abordado, por vez primera, las sensaciones que tuvo mientras estaba durante 32 días en una cárcel de Paraguay. Ahora sigue en el país suramericano, sin poder volar a Brasil aún, en arresto domiciliario en el hotel Palmaroga acusado de entrar con pasaportes falsos junto a su hermano Roberto de Assis, que es también su agente.

Ha hablado Ronaldinho en una entrevista al diario ABC Color de Paraguay. "Vinimos para participar en el lanzamiento de un casino on line. Y todo lo que hacemos es en virtud de contratos gestionados por mi hermano, que es mi representante", ha contado el exjugador del Barça en alusión a Roberto de Assis.

"Toda mi vida he buscado llegar al más alto nivel profesional y llevar alegría a la gente con mi fútbol". Ambos están confinados por la pandemia en ese lujoso hotel en el centro histórico de Asunción, sin poder recibir visitas. "Yo tengo mi fe, siempre hago mis oraciones para que las cosas salgan bien y bueno, ojalá que dentro de poco esto se acabe".

"Nos quedamos totalmente sorprendidos al saber que los documentos no eran legales", ha contado en alusión a los pasaportes falsos con los que entró en Paraguay y que acabaron con ambos en la prisión. "Me han recibido con amabilidad: jugar al fútbol, autógrafos, fotos.. Eso es parte de mi vida", ha explicado Ronaldinho.

"No tendría ningún motivo para dejar de hacerlo, mucho más con personas que estaban viviendo un momento difícil, al igual que yo", ha asegurado el exjugador del Barcelona, quien ha indicado que se han puesto a disposición de la justicia paraguaya "para poder salir de esta situación lo antes posible".

Ronaldinho ha indicado que su intención era "volar el 7 de marzo a Brasil" para asistir al cumpleaños de su hijo. "Sobre lo que pasó después, no sé. Lo primero que haré al regresar será dar un beso grande a mi madre, que vive estos días difíciles desde el inicio de la pandemia en su casa".