El estado de gracia de Cristiano Ronaldo libró de otro patinazo al Real Madrid, que se impuso al Eibar en Ipurua con dos goles del atacante portugués, renacido y lanzado en este 2018. Abrió y cerró el marcador después de que Ramis restableciera la igualada en el inicio del segundo tiempo y desactivó así el esfuerzo tremendo del equipo vasco por poner contra las cuerdas al conjunto de Zidane, que corrió graves riesgos de quedarse incluso sin un solo punto pero logró al final sacar los tres cuatro días después de haber liquidado al PSG en el Parque de los Príncipes. El primer tanto de la estrella portuguesa, que ya suma 18 en la Liga y 33 en todas las competiciones, penalizó la falta de pegada del conjunto armero, que no supo traducir en goles su admirable despliegue para acorralar y dejar sin argumentos al equipo blanco durante más de media hora.

En todo ese tiempo, el conjunto madridista estuvo imposibilitado de sacar el balón jugado hacia el área vasca y muy impreciso a la hora de intentar aprovechar los frecuentes espacios libres a la espalda de la adelantada defensa local. Sin embargo, el Eibar no lo aprovechó y el equipo de Zidane se adelantó en el marcador en una jugada que comenzó tras un robo de balón de Modric, que realizó un pase con el exterior de gran calidad a Ronaldo, que definió perfecto. Así se llegó al descanso.

En la reanudación, el Eibar, por mediación de Ramis, empató en un córner. Sin embargo, los blancos se impusieron tras un cabezazo de Ronaldo, que materializó un excelente centro de Dani Carvajal.