Cristiano Ronaldo será un espectador de lujo de la final de Copa de mañana en Valencia. El jugador que le diera el título al Madrid en el clásico copero del 2011 al marcar de cabeza en la prórroga sigue sin aparecer por el césped de Valdebebas y continúa tratándose con los fisios de una rotura muscular de un centímetro.

Todo indica que en su comparecencia de hoy ante la prensa, Carlo Ancelotti reiterará que Cristiano sigue en tratamiento y que viajará a Valencia junto al resto de la plantilla blanca. Un gesto que a estas alturas tiene que ver más con la idea de jugar al despiste que con lo que dicta la realidad porque ver al astro portugués por el césped de Mestalla se antoja casi imposible.

No es la primera vez que Ancelotti da su versión particular sobre el estado físico de un jugador. Cuando Arbeloa lesionó a Bale en un entrenamiento, el técnico habló de un problema pequeño, aunque el galés estuvo varias semanas de baja. Cristiano comenzó con un problema en el tendón rotuliano y la carga en la rodilla izquierda le provocó una rotura fibrilar en el bíceps femoral que se produce en la ida ante el Borussia. Ronaldo pensó que el tratamiento no era el adecuado y el Madrid se desmarcó asegurando que el portugués quiere jugarlo todo.

Incluso se le recomendó que no viajara a Dortmund. Hizo caso omiso y se tuvo que retirar del ensayo en el Iduna Park. Al día siguiente se fue a Oporto en un avión privado para visitar a un médico de su confianza, que confirmó el diagnóstico inicial. Tras regresar a Madrid, CR7 se puso en manos de Joaquín Juan, el recuperador de Pau Gasol. Quien sí estará será Ramos en el centro de la defensa, pese a sus dolencias en el trapecio que obligaron al central a entrenarse al margen de sus compañeros.