La noticia es que Valentino Rossi (Yamaha) sigue sin querer hacer las paces con Marc Márquez (Honda). La noticia es que por tres veces en los últimos quince días, Márquez, que ya pidió perdón y le fue negado tras su error en Argentina, donde fue demasiado agresivo y tiró al Doctor, ha expresado su deseo de sellar las paces y olvidar lo ocurrido. Pero Rossi no quiere. Y punto. Rossi le hizo ayer la cobra a Márquez.

En la conferencia de prensa de ayer del Gran Premio de San Marino, que se corre a 12 kilómetros de la casa de Vale en Tavullia, Márquez le ofreció la mano a Rossi y el italiano la rechazó. «No hace falta estrechar la mano para hacer las paces». Pero se lo dijo de tal manera que todos interpretamos que jamás recogerá ese guante, lo que dejó bastante parado al tetracampeón, que hace quince días, en declaraciones a Sky Italia TV, ya dijo que no esperaba que Rossi le volviese a invitar a su rancho para correr con él y, hace 48 horas, repitió, a la salida de la audiencia con el Papa Francisco, en TV8 de Italia, que le encantaría hacer las paces con Valentino.

«Cuando me lo has preguntado», le dijo al enviado especial del diario As, «me he venido arriba, pero ya veis, no ha querido estrechar mi mano. No pasa nada, todo sigue igual. No ha habido manera de que hiciésemos las paces en público. La vida sigue», fue la primera explicación de Márquez. «Yo no tengo problema alguno con él. Cometí un error, asumí mi culpa, pedí disculpas en Argentina, se me negaron y punto. Estoy contento, estoy feliz, soy el campeón, soy líder del Mundial, la vida me va bien y, en su momento, ya asumí mi culpa», siguió Márquez.

Preguntado sobre si no le extrañó no ver a Valentino Rossi en la audiencia de MotoGP en el Vaticano, Márquez dijo: «No sé, no sé por qué no fue, sé que estaba convocado, pero no quiso ir. Él, como todos, es libre de escoger los eventos a los que va. La verdad es que me pareció una oportunidad única de vivir un momento irrepetible, seguro. Fue todo muy agradable, entrañable y hermoso. El Papa Francisco sabía mucho de MotoGP, nos conocía a todos y tuvo un trato fantástico».

Preguntado Rossi por su gesto, ironizó. «No sé, tal vez ha sido el Papa el que le ha inspirado ese gesto. Para mí, esto de hacer las paces no es tan importante. Puedo vivir sin estrechar esa mano. Lo importante es comportarse con profesionalidad en la pista».

También se le pregunto a Jorge Lorenzo cómo vio el incidente. «Creo que se equivocan los dos. Valentino porque no le cuesta nada estrechar la mano de Marc y pasar página. Y Marc se equivoca porque me temo que está demasiado pendiente de Rossi. Debe pasar de lo que dice y hace Valentino. ¿No quiere darle la mano? Pues que no se la de y punto».