Rubén Castro, cedido en la actualidad por el Betis al Guizhou Hengfeng, de China, ha sido absuelto de los delitos de malos tratos y amenazas cometidos sobre su expareja sentimental. El tribunal entiende que entre ambos hubo una relación conflictiva e intermitente, pero no considera probadas las agresiones y vejaciones concretas denuncias por la joven L. M. P. El jugador se enfrentaba a una pena de entre 4 y 8 años de cárcel.

La sentencia rechaza la tesis del futbolista de que no hubo un vínculo sentimental. Al contrario, considera que hubo periodos de convivencia en el domicilio del futbolista y que la relación «estuvo presidida por el conflicto, habiendo acaecido continuos desencuentros y numerosas desavenencias y discusiones».

INFORMES PSICOLÓGICOS / El fallo se hace eco de los informes psicológicos para concluir que «ambos mostraron una marcada dependencia emocional del otro, que se dio una situación de conflictos emocionales no manejados adecuadamente, si bien no se valora situación de asimetría».

Por este motivo, el fallo considera que «resulta obvio que tal conflictividad no lleva aparejada la comisión de los delitos que constituyen el objeto de la presente causa». Unos hechos concretos, con fechas y detalles, que solo se basan en la declaración de la denunciante y que no han podido ser probados, dado que los testigos que participaron en el juicio dijeron que no los presenciaron de forma directa.

Así, el fallo señala que «no queda acreditado» que el jugador «empleara la violencia» como método de «presión y sometimiento de la voluntad» de la joven, ni que hubiera intentado controlar aspectos de su vida. No se ve acreditado que «hubiera ejercido, de forma frecuente y reiterada en el tiempo, actos de violencia física y verbal sobre la misma», vejándola en privado con «palabras tales como puta, guarra, estás sucia, achacándole a menudo que estaba con otros hombres».

El fallo atribuye a una «forma de hablar» y no a la voluntad de «matarla o hacerle de alguna manera daño» el mensaje remitido por el futbolista en una de esas ocasiones diciendo «eso espero porque si no es así te mato». Durante el juicio, el jugador negó todas las acusaciones, e incluso relató dos incidentes en los que supuestamente la denunciante habría intentado agredirle.