La decisión del entrenador del Sporting, Joan Francesc Ferrer, Rubi, de impedir entrar al vestuario al capellán del equipo, Fernando Fueyo, no ha gustado a parte de los aficionados que han mostrado su rechazo a través de las redes sociales y el apoyo al sacerdote, considerado un símbolo del club. A su llegada, Rubi realizó varios cambios en la práctica habitual del club gijonés, pero entre todos el que más polémica ha levantado es la de impedir el acceso al vestuario a Fueyo, que momentos antes del inicio de los partidos en El Molinón entraba para rezar un Padre Nuestro.

Rubi no solo ha vetado el acceso al vestuario del capellán sino también la de varios auxiliares al margen de su equipo de confianza. Los médicos y masajistas solo pueden hacerlo cuando se solicite su presencia e incluso el delegado del equipo, Mario Cotelo, tampoco puede hacerlo.

Fernando Fueyo lleva alrededor de 20 años como capellán del Sporting y es una figura muy querida tanto por los jugadores, incluidos los de otras religiones, hasta el punto de que ha casado a muchos futbolistas de la última época como al anterior entrenador, Abelardo, o al internacional David Villa, y ha bautizado a muchos hijos de jugadores y oficiado funerales de sus familiares. Fueyo sigue siendo capellán del club y manteniendo un estrecho contacto con la plantilla aunque siempre fuera del vestuario, y desde que se conoció la decisión de Rubi no para de recibir muestras de apoyo.