Se avecina otra batalla en la guerra por el poder en el fútbol español que libran desde hace meses el presidente de LaLiga, Javier Tebas, y el presidente de la Federación Española, Luis Rubiales, que anunció ayer la próxima implantación de un nuevo modelo para la Supercopa de España con cuatro participantes, con semifinales y final a un partido el mismo fin de semana en una sede única fuera de España. Previa aprobación necesaria de la asamblea general de LaLiga, y entre la desaprobación de las primeras voces que han empezado a protestar, la intención de Rubiales es que este verano se dispute el trofeo con el nuevo formato, entre los finalistas de Copa y los dos primeros de la Liga.

Javier Tebas no tardó en cargar contra la iniciativa: «Es una nueva ocurrencia, que se toma sin saber los efectos que tiene y generando falsas expectativas», dijo, antes de arremeter contra Rubiales. Tebas lamentó que el mandatario de la RFEF no se centre en el fútbol no profesional, «el que realmente le corresponde», al que considera que «tiene abandonado».