Llega la hora de la verdad en la Champions League. Se acerca el cierre de la fase regular, se aproximan los octavos y los partidos van ganando importancia, incluso dramatismo según las circunstancias. No son esas las del Casademont Zaragoza, que solo necesita una victoria más para certificar su clasificación. La busca este martes en la pista del líder y único equipo del grupo con el billete para la siguiente fase, el JDA Dijon (20.30 horas), pensando no solo en sellar el pasaporte cuanto antes sino en poder discutir por las dos primeras plazas del grupo y asegurarse un cruce teóricamente más amable.

Lo hace, eso sí, con bajas. En la expedición que partió a primera hora de la mañana de ayer de Zaragoza no estaba Javier Justiz, al que el menisco de su rodilla sigue dando demasiada guerra. Quien sí se subió al autobús fue Nemanja Radovic, que se perdió el partido del sábado pasado por un esguince en el tobillo derecho sufrido en el entrenamiento del viernes pero que ha evolucionado favorablemente. También estarán los otros dos renqueantes, Rodrigo San Miguel y Fran Vázquez. Porfirio Fisac ya ha avisado de que va con todos y con todo porque el nuevo objetivo marcado por el técnico es pelear por las dos primeras plazas.

El Casademont Zaragoza se ha puesto las pilas en Europa. Comenzó dubitativo, quizá confiando en que con solventar los partidos de casa sería suficiente. Pero la derrota en el Príncipe Felipe ante el Telekom Bonn le puso en alerta porque estaba en peligro la clasificación misma. Desde entonces no ha vuelto a perder, ganando consecutivamente a Besiktas, Falco en Hungría y Neptunas. Así llega a la pista del líder del grupo, el JDA Dijon, con siete victorias y dos de ventaja con Besiktas y Falco, los dos equipos a los que ha ganado los dos partidos y, en consecuencia, un posible desempate final. La victoria le llevará directamente a octavos de final a falta de dos partidos por jugar, ante el PAOK el día de San Valero y en Brindisi.

TERCEROS / El conjunto galo llega a la cita con los deberes hechos en cuanto a la clasificación pero con el liderato en juego, premio nada desdeñable. En la Liga francesa el Dijon es tercero con un balance de 16-3. El partido del Príncipe Felipe fue de los más completos que ha disputado el Casademont en la competición europea. Venció al entonces líder invicto por 75-60 en un duelo intenso, bronco por momentos. Así que ya sabe el conjunto zaragozano lo que le espera este martes en la Borgoña.

Con respecto a ese encuentro hay dos novedades, una por equipo. En el Casademont aún no había jugado Dylan Ennis, aunque presenció el partido en el palco, y el Dijon ha incorporado más recientemente al ala-pívot lituano Kulvietis, que ya está produciendo desde el primer día. Sus máximos anotadores son sus bases, Sulaimon (13,9 puntos) y el explosivo Holston (13,2), aunque tiene cinco jugadores por encima de los diez puntos de media. Los rebotes son cosa de Solomon (4,8 de media) y Ulmer (4,7), mientras que Holston destaca en las asistencias con 7,4 por partido. El base de 1,67 metros es el mejor valorado del equipo con 16,9 y ya demostró en Zaragoza tanto su calidad como su carácter. Al Casademont le espera una prueba de fuego en Dijon, quizá el partido más complicado de cuantos ha disputado hasta ahora. En juego están los octavos de final y el liderato del grupo.