Todo apuntaba a que ayer iba a ser el día en el que se cerrara el culebrón del nuevo convenio de las primas, pero nada más lejos de la realidad, porque la reunión que mantuvieron en las oficinas del Real Zaragoza la comisión de la plantilla --que integran Láinez, Cuartero, Movilla, Alvaro y Milito-- con los rectores del club, encabezados por el consejero delegado, José Carlos Lacasa, acabó en la ruptura total de las negociaciones. No hay acuerdo y, lo que es más preocupante, los futbolistas mostraron un tremendo enfado con la entidad, ya que según su versión las cifras que se presentaron ayer no eran las que prácticamente habían quedado acordadas tras la contrapropuesta que ellos presentaron hace dos semanas. De este modo, la reunión duró menos de media hora y las partes está más lejanas ahora que nunca.

El problema, como ya adelantó en su día este diario, radica en la Liga, ya que en la UEFA y en la Copa del Rey hay un acuerdo verbal, pero la negociación es conjunta. El club ofrece un convenio por un año y sólo quiere premiar a los jugadores si el equipo acaba entre los seis primeros. La prima sería descendente según el puesto y, por ejemplo, en el caso de lograr plaza para la Champions rondaría los 12.000 euros por jugador más una pequeño porcentaje de los ingresos por estar en la máxima competición continental.

Sin embargo, los futbolistas quieren tener asegurada una prima, por pequeña que sea, hasta el decimoséptimo puesto. Y a ese punto llegaron en la anterior reunión, pero ayer el club se presentó con otra idea y eso molestó y mucho a la plantilla, que es consciente de que equipos con menor presupuesto y que tienen como único objetivo la permanencia manejan primas más amplias para sus futbolistas. Además, las cifras que están dispuestos a aceptar ya suponen una importante reducción con el anterior convenio, que en el caso de la Liga establecía un premio (720 euros) por punto conseguido.

POSIBLES MEDIDAS Por eso, la plantilla tiene previsto hablar tranquilamente en el vestuario de lo sucedido, pero no se oculta el enfado. No entienden bajo ningún concepto lo que está sucediendo --salvo que la idea final de la entidad sea la de no dar primas-- y algunos jugadores no descartaban ayer tomar algunas medidas para presionar. Estas, evidentemente, no afectarían al rendimiento del equipo, algo que la plantilla siempre ha dejado al margen de esta negociación. Y lo va a seguir haciendo en los próximos partidos.

Desde el club, representado en la reunión de ayer por Lacasa, pero también por Jerónimo Suárez, director general, se ha apelado a la delicada situación financiera. Estiman los rectores zaragocistas que las pérdidas al final de temporada van a rondar los 10 millones de euros y también se quejan, por ejemplo, del desastre que está suponiendo la liguilla de la UEFA, para la que había presupuestados unos 600.000 euros y sólo se han recaudado 120.000.

"La filosofía de la oferta son los objetivos, a un jugador hay que primarle si consigue algo", decía Lacasa ayer, para aseverar después que "la oferta presentada es firme e inamovible porque es justa". Es decir, que la entidad no piensa mover un ápice su postura actual y la plantilla tampoco lo va a hacer. "De momento no hay acuerdo, porque no podemos aceptar esa propuesta", se limitó a afirmar Cuartero.