Tiger Woods sigue una rutina antes de empezar a jugar cada competición. El calentamiento habitual que hace cualquier deportista, solo que en su caso la constancia deberá ser más intensa para volver a ser quien fue: el número uno del golf mundial. El astro estadounidense jugó el pasado fin de semana en el Farmers Insurance Open de San Diego, pero en realidad, no jugó el fin de semana: no pasó el corte. Tigers hizo 76 golpes el primer día y 72 el segundo (cuatro más) que le eliminaron.

"Jugué mucho mejor", dijo un Tiger relativamente satisfecho tras la segunda vuelta. "Hice un par de ajustes y cmabios en mi swing", precisó Woods. Un vídeo resume la rutina, los hábitos que sigue el jugador antes de iniciar cada vuelta. Casi una hora dando golpes con todos los palos y de todas las facturas en previsión de las diferentes situaciones con que se encontrará en el campo.

"Es un proceso largo por las mañanas, tratando de prepararse, tratando de calentar", explicó Woods en su regreso a la altra competición. dijo. El jugador, de 41 años, se confesó "oxidado" por la inactividad y entiende que debe esforzarse más para recuperar el rirmo y la soltura. "Un torneo es un poco diferente a jugar con tus amigos", subrayó.