El juez Pablo Ruz no está dispuesto a dejarse enredar por los juegos del sindicato ultraderechista Manos Limpias, que quiere ejercer la acción popular sin depositar los 45.000 euros que le ha impuesto para actuar en el caso Neymar. El sindicato alegó su delicada situación económica para evitar pagar esta cantidad, pero el togado le explica que no sale gratis acusar a personas y que este dinero está destinado a resarcir los perjuicios causados por querellas infundadas. Manos Limpias quiere que el caso Neymar persiga, además de a Sandro Rosell, al presidente del Barça, Josep Maria Bartomeu, al vicepresidente, Javier Faus, y al padre del jugador.

Manos Limpias decidió sumarse a la investigación que inició tras la denuncia de un socio del Barça contra Rosell por supuestas irregularidades en los contratos de Neymar. La fiscalía de la Audiencia apoyó esta investigación al entender que estos contratos fueron simulados e imputó al expresidente del club por un delito de apropiación indebida en su modalidad de distracción. Unos días después, Manos Limpias presentó una nueva querella dirigida contra Bartomeu, Faus y Neymar padre por un delito de estafa. El fiscal apoyó su admisión siempre y cuando depositara una fianza de 60.000 euros. Una cuantía que fue rebajada por el juez a 45.000 euros.