No se escondió pero tampoco aceptó haberse equivocado en algo. No tenía intención de pasar ayer por la sala de prensa del hotel de concentración de la selección, pero no tuvo más remedio que acudir a ella para enfrentarse con la prensa. Allí hubo momentos en que Iñaki Sáez recordó a Javier Clemente por la coraza con que se presentó ante los periodistas y por su poca cintura a la hora de afrontar las preguntas que le parecieron malintencionadas. Esperaba unas críticas ácidas que no acaba de entender y, aunque no fue para tanto, no dio ni un paso atrás en sus planteamientos. Insistió en que acertó en repetir el mismo equipo, en que los cambios estuvieron bien hechos y en que España tiene todo a favor para estar en los cuartos de final. No se arrepiente de nada en absoluto.

"Iñaki, díles el equipo titular que es lo único que les interesa", dijo Helguera entre risas, la suya y la de los titulares ante Grecia, que se habían ejercitado aparte, mientras el técnico se dirigía hacia los informadores que le esperaban al borde del terreno de juego. Los que jugaron de entrada el miércoles no parecían muy afectados por la complicada situación en que ha quedado la selección española tras el empate heleno. Todo lo contrario que algunos suplentes, como el azulgrana Xavi, quienes seguro que tampoco entienden que Sáez tenga decididos los mismos cambios de antemano e incluso el momento de realizarlos. Efectivamente, se trata de un equipo de 14 titulares. Los demás, a verlas venir. Y no es, según él, falta de flexibilidad o de reflejos sino "un síntoma de precaución; es previsión".

Sólo la lesión de Etxeberria le obligó a cambiar sus planes sobre la marcha y a echar mano de Joaquín, que seguramente estará en la formación inicial ante Portugal ya que no es probable que el jugador del Athletic esté recuperado del golpe que sufrió en el cuádriceps de la pierna derecha. César entrará por el sancionado Marchena. Para saber si Xabi Alonso y Torres, que fueron titulares en el 0-3 que endosó España a Portugal en el amistoso de septiembre, entrarán en el equipo habrá que esperar al viernes, pues el técnico está vez sí dará la alineación el día antes. La razón: que los portugueses no juegan, a su juicio, en función del contrario y utilizarán el mismo equipo que ganó a Rusia.

ENTEREZA Y SEGURIDAD La tensión flotaba en el ambiente. "Siempre has tenido mucha imaginación", contestó al informador que abrió la rueda de prensa preguntándole si su seriedad reflejaba su estado de ánimo después de un empate decepcionante. Ni una cosa ni otra. El seleccionador aseguró encontrarse tan optimista y con el talante de siempre. Lo mismo que los jugadores, que por lo visto están convencidos de que dejarán a Portugal en la cuneta. "El ambiente del equipo es muy bueno. Lo veo entero, con una seguridad enorme. Los jugadoresSe saben muy difíciles de vencer y con calidad suficiente para ganar el partido", explicó Sáez.

Los futbolistas están en esa misma línea. Baraja, además de destacar la ventaja que supone que a España le valga el empate, defendió que el equipo dio ante Grecia "un paso adelante a nivel táctico; estuvimos mucho más juntos y según pasen los días ese trabajo irá a más". Pues a pesar de ello, Charisteas marcó en la única ocasión clara de que Grecia gozó en todo el encuentro. Iñaki Saéz justificó el grave desajuste defensivo con su orden de atacar para buscar el 2-0 en el córner anterior a la jugada del empate heleno. Eso originó que Helguera se encontrase descolocado en la reincorporación a su posición.

LIMPIEZA ARBITRAL Las mejores sensaciones de boquilla y un árbitro, el sueco Anders Firsk, que no barrerá para casa el domingo. Cuesta creerlo, pero es lo que dice también Sáez. Lo corroboró el presidente de la federación, Angel María Villar, una autoridad en la materia que tiembla de pensar lo que le puede caer si España no pasa. "Entiendo que la gente esté preocupada por lo que nos pasó en Corea con el equipo local enfrente, pero confío en los árbitros. La UEFA es una institución limpia con 50 años de historia", aseguró el dirigente federativo.