Carlos Sainz (Peugeot) ganó el Dakar por segunda vez en su carrera, y lo hizo en la cuadragésima edición del rally, la décima que se celebra en Sudamérica, considerada la más dura de la última década, en la que menos de la mitad de los pilotos que tomaron la salida pudieron acabarlo. A diferencia de su primer Dakar ganado en el 2010, cuando la ventaja que obtuvo sobre el catarí Nasser Al-Attiyah fue muy ajustada, esta vez el español lo ganó con un amplio margen sobre sus rivales, con el piloto árabe nuevamente en segundo lugar, pero a una distancia de más de 44 minutos.

El madrileño completó un Dakar casi redondo, en el que por primera vez en seis años no tuvo ningún accidente ni percance mecánico que le rompiera la ilusión, como los que le dejaron fuera de carrera en las cinco ediciones anteriores. Esta vez Sainz tuvo la suerte de cara y recorrió los cerca de 9.000 kilómetros de este Dakar que pasó por Perú, Bolivia y Argentina sin casi incidentes de importancia, mientras que por el camino se fueron quedando sus compañeros de equipo, los franceses Stéphane Peterhansel, Sébastien Loeb y Cyril Despres, sus rivales más directos.

Tras celebrar encima de su coche el triunfo junto a su copiloto Lucas Cruz, Sainz declaró que está «muy feliz» y consideró que «es una merecida recompensa» al trabajo hecho con Peugeot durante los últimos cuatro años para crear y diseñar un coche ganador, un prototipo hecho especialmente para arrasar en el Dakar.Recordó que «sobre estos mismos caminos» de la sierra de Córdoba (Argentina), donde se disputó la decimocuarta y última etapa, ganó en el 2004 su última carrera del Mundial de rallys.

En motos, el Dakar se lo llevó Matthias Walkner (KTM), el primer austríaco en ganar este rally, y además lo hizo con una moto del equipo oficial de la marca austríaca que lleva dominando la carrera desde hace diecisiete años. En segundo lugar del podio quedó el argentino Kevin Benavides (Honda), que se adjudicó la última etapa para evitar que el australiano Toby Price le arrebatara la plaza y KTM hiciera doblete en motos.

El austríaco se vio beneficiado por los abandonos de grandes pilotos candidatos al título, como el británico Sam Sunderland (KTM), ganador del Dakar en el 2017; el francés Adrien Van Beveren (Yamaha), y el español Joan Barreda (Honda), que abandonó a falta de dos etapas cuando iba segundo en la general, exhausto y con lesiones de muñeca y rodilla.

En quads, el chileno Ignacio Casale se adjudicó su segundo Dakar, el más duro de su vida, según afirmó al cruzar la línea de meta de la última etapa, de 120 kilómetros cronometrados, que él mismo ganó. En los camiones volvió a triunfar el ruso Eduard Nikolaev (Kamaz), que revalidó el título después de que el argentino Federico Villagra (Iveco) abandonara en la penúltima etapa cuando estaba a solo un segundo.