Unas molestias en los isquiotibiales pueden dejar a España sin uno de sus laterales derechos, Míchel Salgado, al menos durante la primera fase de la Eurocopa. El jugador del Real Madrid debe someterse hoy a unas pruebas que determinen el alcance exacto de su rotura de fibras. Salgado sintió un súbito dolor en dicha zona durante el partidillo de entrenamiento de la sesión de ayer por la tarde y los primeros exámenes clínicos efectuados por el doctor Genaro Borrás hacen prever una rotura fibrilar que, si se confirma, le tendría de baja unas tres semanas.

Borrás explicó posteriormente que la exploración "hace sospechar una rotura más o menos grande" en la zona mediana de la musculatura isquiotibial, pero que en la exploración que se le ha hecho no se puede precisar más, por lo que es necesario esperar a la prueba de mañana. El médico precisó que el músculo afectado "es muy serio" y que el periodo de baja podría alcanzar las tres semanas, pese a lo cual el médico gallego señaló que si le preguntasen diría que por él se debería quedar en el equipo.

Ese periodo le haría perderse prácticamente la primera fase de la Eurocopa, cuando en los esquemas de Sáez partía como titular para el lateral derecho. Será el seleccionador, una vez conocido el resultado de la resonancia y tras analizar la situación con los servicios médicos y el propio jugador, el que decida si mantener convocado a Míchel Salgado o llamar a otro futbolista. El relevo natural sería el deportivista Manuel Pablo, convocado en el anterior amistoso frente a Italia.

LISTA DEFINITIVA El contratiempo, primero de la selección desde que inició la concentración, llega en un mal momento, puesto que la Real Federación Española de Fútbol debe enviar hoy la lista definitiva de los 23 jugadores inscritos para la Eurocopa. Pese a ello se puede sustituir a un jugador que se lesione de cierta gravedad siempre y cuando pase la correspondiente revisión de las comisiones médicas del comité organizador del torneo y de la UEFA, con el informe añadido de los galenos de la selección.

Míchel Salgado tenía una gran ilusión en esta Eurocopa, la segunda de su carrera tras Bélgica y Holanda 2000, después de haberse perdido el último Mundial de Corea y Japón 2002, y además partía con la vitola de titular indiscutible y con las ganas añadidas de hacer algo importante después de haber terminado la campaña con el Real Madrid sin título alguno.