Si les contaran a principio de temporada a las jugadoras del Intersala Promesas lo vivido este sábado en La Granja, probablemente ninguna de ellas lo hubiera creído. Más de doce meses de trabajo, dedicación y superación de todo tipo de adversidades han sido necesarias para ver a este equipo por fin en la élite del fútbol sala femenino. Una temporada agotadora hasta los cordones de las zapatillas, que finalizó con la victoria (6-1) ante el Caldes y el billete a la Primera División. Los gritos de júbilo y abrazos de la plantilla al final del encuentro no eran para menos. «Emocionadas, contentas, llorando, alegrándose… Todo lo que pudimos dentro de lo que nos permite la situación actual», afirma su presidente, Ramón Campos.

El partido, para el que tanto se habían preparado durante los últimos cuatro meses, se puso de cara en los primeros instantes. «Fue la final soñada porque se nos puso de cara muy pronto. A pesar de los nervios iniciales, adelantarnos en el marcador nos hizo jugar con más tranquilidad. Habíamos visto la anterior eliminatoria y lo teníamos muy claro. Físicamente estábamos bastante bien, pero el problema es que no teníamos rodaje de competición y no estábamos seguras», valora el presidente del club tras la hazaña.

Nada más lejos de la realidad, el equipo zaragozano pasó por encima de las catalanas durante los 40 minutos. Perforó la red de la portería contraria y selló el ascenso a Primera ante unas insólitas gradas vacías de la pista de La Granja. «Lo importante era que nuestras chicas tuvieran el premio del ascenso, que así ha sido y en buena lid. Hubiese sido más emocionante para todos haber podido desarrollar todos los partidos de la Liga regular, así que esperemos que esta sea una experiencia única en la vida, después de estar tres meses sin disputar un partido», advierte Ramón Campos sobre la pandemia.

Estos meses han sido trascendentales en la historia del club. Desde su llegada a Segunda División en el año 2013, nunca habían vivido una situación tan crítica como esta crisis sanitaria. La plantilla y cuerpo técnico acordaron un pacto para mantener viva la llama de la competición dentro del estuario. Sin esta labor, nunca habría sido posible conseguir el ascenso que tantos años lleva persiguiendo el club.

«En el 2013 tuvimos la primera opción de jugar en la categoría de plata. Más tarde, el 2015 fue para nosotros un punto de inflexión ya que alcanzamos los playoff por el ascenso. Dada la inexperiencia de la plantilla en esta clase de envites, no pudimos alcanzar el reto», recuerda el presidente.

A pesar de las dificultades que entraña el deporte, el club siempre persiguió este objetivo con el fin de encontrar algún día una nueva reválida, que les diese la oportunidad de estar de nuevo frente a frente con la posibilidad de jugar en Primera División. «Desde entonces, todos los años buscamos alcanzar con éxito una victoria en el playoff de ascenso. Lo malo es que este año la situación ha sido tan extraña que ha sido un poco un poco más duro de lo que nuestras chicas se merecían», lamenta Campos.

Una vez conseguido el objetivo, el camino, aunque incierto, no termina aquí. Desde este momento, el club trabaja en dotar de las herramientas necesarias al cuerpo técnico para que transite de la mejor manera en su primera temporada en la élite. «Intentaremos confeccionar la plantilla de la mejor manera posible, con nuestras jugadoras y algún refuerzo que podamos incorporar teniendo en cuenta las fechas en las que andamos de temporada y que algunas ya se han ido buscando su equipo» , aseguró el mandatario.

En pocas semanas dará inicio una nueva temporada cargada de ilusiones renovadas. «La competición de Primera es previsible que empiece bastante pronto en septiembre. Buscaremos el apoyo de patrocinadores e intentaremos asentarnos, con toda nuestra ilusión, en Primera División», concluye.