Es lo mejor, una buena decisión, lo más coherente. Es lo que piensan deportistas aragonesas que ya tienen su plaza asegurada para Tokio y que ahora tendrán que esperar un año más para vivir, o revivir, el sueño olímpico. «Es lo mejor, se ha impuesto la coherencia», opina la nadadora María Delgado. «Estando como está el tema, es una buena decisión», valora la jugadora de hockey hierba Begoña García. «Me parece lo más adecuado», añade Teresa Perales.

Las tres deportistas tienen claro que lo primero en estos momentos es la salud y que la cita que iba a comenzar en julio no garantizaba algo tan básico a los deportistas. Además, se añade la cuestión de la deficiente preparación que pueden llevar a cabo en sus casas porque, aunque pueden ejercitarse físicamente, no pueden nadar ni coger un palo y un stick. Aunque también les quede la nostalgia de lo que no van a poder disfrutar. «Llevas cuatro años preparándote para este verano, lo ves tan cerca que para los deportistas es como que viéndolo tan cerca te lo ponen un poco más lejos. Es una buena decisión para que todos los deportistas estén en las mismas condiciones de entrenamiento y no haya peligro de salud», dice Begoña García.

«Visto que iba a ir para largo creo que es lo mejor porque en casa no nos podemos preparar como exigen unos Juegos, que hay que llegar en el mejor estado físico. Por los valores del olimpismo y por una seguridad para todos y una salud que ahora mismo es lo más importante, es lo que debía hacer», señala María Delgado. En su caso es imposible prepararse en casa como requiere la ocasión porque no puede nadar. «El agua es un medio completamente distinto al terrestre. Ahora estoy haciendo bici, remo que también nos han mandado desde el comité paralímpico para hacer una parte aeróbica y con un juego de mancuernas fuerza y cuore», explica la joven nadadora.

Un año más de espera

Además, anímicamente no es el mejor momento para nadie. «Es difícil concentrarse para entrenar en casa y motivarse sin tener un objetivo claro y sin saber el tiempo que te queda sin salir de casa. Lo importante no es el deporte sino la salud de todos, mantenernos en el mejor estado de forma», asegura. Delgado logró la clasificación para los Juegos Paralímpicos el fin de semana del 7 y el 8 de marzo, justo antes de decretarse el confinamiento, y confía en que se mantenga su clasificación, aunque el resto de campeonatos también van a verse aplazados.

En una tesitura similar se encuentra la super campeona Teresa Perales. «Por mucho que intentes reproducir los movimientos de la natación es imposible. Por suerte me han facilitado un ergómetro que sirve para imitar entrenamientos de natación aunque reproducir ejercicios físicos con capacidad cardiorespirartoria se hace muy complicado. Por ello, el objetivo es mantenerme para no perder el trabajo de tres años y medio», indica Perales, que agradece además conocer ya la decisión del COI para saber a qué atenerse y pensar en nuevos plazos.

También Begoña García había logrado ya la clasificación con la selección de hockey sobre hierba y, en su caso, les han dicho que eso no va a cambiar. Pero la preparación no puede llevarse a cabo en confinamiento. «No es ni parecido. Además ahora estamos en esta fase en España pero igual a Estados Unidos llega un poco más tarde y no estamos todos en las mismas condiciones. Ejercicio físico estamos haciendo pero entrenar con un palo y una bola, con el equipo tampoco es posible». García también agradece el fin de la incertidumbre. «También queríamos saber porque se estaba hablando mucho y ahora puedes desconectar un poco y volver a empezar un poco para entrenar. Estábamos a la espera de saber algo». Esa espera ya ha terminado. Ahora comienza otra. «Llevamos soñando con Tokio tres años y medio y ahora habrá que alargarlo un poco», asume Perales. Con el mismo espíritu y la misma ilusión, pero un año más tarde.