La Romareda dictará sentencia. La capacidad del Real Zaragoza para sacar adelante los partidos que todavía debe disputar en casa marcará su futuro. Si es capaz de revertir la nefasta dinámica hasta ahora como local y consigue la victoria en los seis encuentros que le quedan por jugar en su estadio, logrará salvarse y poner fin al calvario. Si, en cambio, continúa siendo una de las escuadras más vulnerables en su feudo, sufrirá hasta el final y pondrá en peligro algo más que su permanencia en Segunda División.

Las cuentas están claras. Restan trece partidos para la conclusión de la temporada aunque una de ellas -ante el Reus en la jornada 35- se saldará sin partido y con los tres puntos en el casillero de un Zaragoza al que se dará ese encuentro ganado por 1-0. Así, el equipo aragonés acumulará 34 puntos -31 que atesora en la actualidad más los tres de ese choque-, por lo que, si la permanencia suele obtenerse con unos 50, le quedarán por conseguir 16. Es decir, si el cuadro de Víctor Fernández es capaz de retener los puntos en la media docena de partidos que aún debe jugar en La Romareda, sellará la permanencia con absoluta seguridad.

Tras el partido de este sábado ante el Elche, el Zaragoza se desplazará hasta Mallorca antes de recibir al Nástic, rival directo por la salvación. Después, la 33ª jornada llevará a los aragoneses hasta Cádiz y, posteriormente, será el Alcorcón el que visite La Romareda justo antes de la jornada de descanso que guardará el equipo correspondiente al partido que debía enfrentarle al Reus. Así, tres de los cinco próximos duelos del conjunto aragonés se disputarán en La Romareda y, en caso de saldarse con pleno de triunfos, colocaría a los de Víctor en una zona más tranquila con 43 puntos seguros, a los que se añadirían los que sea capaz de conseguir en Mallorca o Cádiz. Con siete jornadas por delante, la permanencia estaría muy cerca. De hecho, tan solo con ganar los tres que le quedarían en casa -ante Deportivo, Sporting y Numancia- todo quedaría finiquitado. Y, muy posiblemente, con solo dos triunfos en esos tres choques también.

Pero hay un problema. Y muy serio. Porque encomendar la salvación a la fortaleza del Zaragoza en casa se antoja ahora mismo un ejercicio de excesiva osadía. De hecho, los números del equipo en casa son los peores de la historia en Segunda y suponen la tercera peor trayectoria en La Romareda de todos los tiempos. Tan estremecedor como preocupante.

De los 14 partidos que se han disputado en el estadio municipal, el Zaragoza tan solo ha sido capaz de ganar tres -Rayo Majadahonda (2-1), Extremadura (2-1) y Oviedo (2-0)- y apenas ha acumulado 15 puntos, lo que le convierte en el segundo peor local de toda la categoría, con solo un punto más que el Extremadura, que la pasada jornada goleó en casa al Córdoba (3-0).

Por eso, enmendar la plana en La Romareda se convierte ahora en requisito indispensable para cimentar la salvación y acabar la temporada sin mayores sobresaltos. Para ello, el Zaragoza necesita, sobre todo, goles, porque el equipo aragonés es el menos realizador de la categoría como local, donde tan solo ha sido capaz de anotar 12 tantos y se ha quedado sin marcar en seis de los 14 encuentros disputados.