El entrenador del Club Deportivo Ebro, Manolo Sanlúcar, se confesó «decepcionado» con la eliminación y señaló que el Ebro había «dignificado» tanto la categoría en la que militan, la Segunda B, como al equipo. «Nos vamos con la cabeza alta, no puede ser de otra manera. El rendimiento del equipo en la competición ha sido extraordinario hasta el último momento en que ha estado con vida que ha sido hasta el minuto noventa y tantos», resaltó.

«Estamos un pelín decepcionados porque queríamos pasar pero tengo que felicitar a mis jugadores por el esfuerzo y tienen que estar orgullosos. Se merecen con creces mi felicitación», subrayó Sanlúcar. El técnico del Ebro explicó que lo que les había faltado había sido que el primer tiempo hubiera sido como el segundo.

«Debíamos haber tenido el mismo empuje que tras el descanso y haber tenido más el balón en campo contrario. Si hubiera sido así a lo mejor hubiéramos tenido alguna oportunidad más ya que tras el descanso hemos ganado más veces segundas jugadas y han pasado más cosas en su área», analizó el entrenador del Ebro, que también reconoció que el Leganés tuvo un par de claras oportunidades en el segundo periodo para haber cerrado la contienda pero que no las supo concretar. «La Copa es ilusionante y bonita porque te acerca a la Liga del fútbol profesional porque son partidos distintos pero ahora lo importante es la Liga, que es nuestra realidad», finalizó.

EL RIVAL / Por su parte, el entrenador del Leganés, Javier Aguirre, señaló que el Ebro estuvo a punto de meter a su equipo «en un lío. Nos plantaron cara y estuvieron a punto de meternos en un lío por no cerrar el partido antes. Tuvimos un par de oportunidades para haberlo hecho pero no las supimos concretar, pero al final el fútbol es cosa de goles», señaló el técnico del conjunto pepinero. El Vasco Aguirre destacó que haber logrado un segundo tanto les hubiera dado «tranquilidad» y que por eso al final les tocó sufrir porque su rival había puesto «calidad y entusiasmo». «Tanto la Segunda como la Segunda B son categorías en las que si dejas crecer al rival te va plantar cara y meterte en un lío», concluyó.