Santi Pérez volvió a demostrar ayer en la cumbre de La Covatilla que ha llegado a la fase decisiva de la Vuelta como el ciclista más fuerte de la prueba, mucho más que Roberto Heras, quien no pudo aprovechar el hecho de correr en su tierra natal para dejar la ronda española sentenciada, precisamente en la jornada en la que Alejandro Valverde naufragó hasta el punto de empezar a despedirse de cualquier opción de triunfo en la general.

La Covatilla, una pequeña estación de esquí de reciente construcción, acogió ayer la Vuelta por segunda vez en su historia. En el 2002 triunfó Santi Blanco, el corredor de Puerto Béjar, que en primavera colgó la bicicleta por problemas de circulación en sus piernas. De Béjar también es Heras. Y, precisamente, en esta localidad salmantina comenzó la subida a La Covatilla, casi 18 kilómetros. Por la cima transitó en primera posición el colombiano Félix Cárdenas, con triunfo de etapa también en el Tour. El sólo buscaba la gloria del día. Por detrás iba a jugarse buena parte del futuro de la Vuelta entre los tres máximos protagonistas de la prueba: Heras, Valverde y Santi Pérez.

Fue a falta de ocho kilómetros para coronar cuando Heras decidió pasar al ataque. Santi Pérez se enganchó a su rueda y ambos se fueron a la captura del colombiano. Paco Mancebo, entregándose al máximo como en él es habitual, los siguió siempre a una decena de metros, pero sin poder contactar con la pareja. En cambio, el demarraje de Heras marcó el inicio del particular calvario de Valverde, en el día de peor rendimiento en la Vuelta. Quizá el calor reinante ayer (el termómetro sólo bajo de los 30 grados en la subida final a La Covatilla) fue determinante para que el murciano, en teoría acostumbrado a las altas temperaturas, se hundiese. En los Juegos Olímpicos también fue tumbado por el calor de Atenas.

LA TACTICA DEL LIDER Valverde, poco a poco, fue distanciándose. No encontraba la pedalada ideal. Varios contrincantes, peor clasificados que él en la general, le adelantaron. Lo suyo era un auténtico sufrimiento. Delante, Heras quizá fue demasiado espléndido con Santi Pérez. Habría sido mejor que, en vez de tirar del asturiano tratando de distanciar a Valverde, el líder del Liberty Seguros se dejase llevar por el corredor del Phonak. Por esa razón, seguramente, no pudo responder a la última aceleración de Pérez, que se produjo a poco más de dos kilómetros para la llegada.

Pérez le restó 32 segundos para situarse como la mejor amenaza de Heras, a sólo 1.13 en la general, con la sierra abulense, hoy, y la madrileña, mañana y pasado. Por esta misma razón, pese a los problemas de ayer, todavía es prematuro descartar a Valverde, quien ahora sólo aventaja a Mancebo en un segundo. Heras, de todas formas, se destacó del preocupante marcaje al que Valverde le sometía. Hoy tampoco habrá tregua. Todavía no hay nada decidido.

En cualquier caso, Heras considera que su triunfo final está un poco más cerca, sin lanzar las campanas al vuelo. "En el ascenso escuché que Valverde pedía a sus compañeros que fuesen más despacio y ha sido cuando he lanzado el ataque", explicó el bejarano, añadiendo que su equipo había dado un paso adelante para ganar la Vuelta, aunque se mostró cauto ante las etapas que restan para el final.