No hay duda de que Maurizio Sarri, técnico del Nápoles, es un tipo peculiar. Este hijo de ciclista y extrabajador de banca, que utiliza drones para grabar los entrenamientos, ha comenzado a jugar la vuelta de octavos de Champions con una frase lapidaria. «La presión es para el Madrid, porque son campeones de todo, son los más ricos y los que deben pasar, pero nosotros intentaremos tocarle los huevos. Lo intentaremos aunque llevan 46 partidos sin dejar de marcar un gol», dijo el técnico del conjunto napolitano, con el que no se habla De Laurentis, el presidente de club, que criticó al equipo por ese 3-1 en la ida en el Bernabéu.

En el centro de Nápoles luce desde hace días un gigantesco mural dedicado a Maradona, un dios para los napolitanos. La idea de Jorit Agoch, el artista al que le han costeado los gastos entre el ayuntamiento y Hamsik, capitán del Nápoles, es la de rendir homenaje al Scudetto que ganó El Pelusa con la escuadra en 1987. El mismo año en el que Madrid sacó de Europa a los italianos tras el 2-0 en el Bernabéu y el 1-1- en San Paolo. Un resultado que anhela ahora el Madrid para poder meterse en cuartos por séptimo año consecutivo.

Al Madrid le espera un ambiente infernal con más 60.000 personas ansiosas de ver a su equipo dar la vuelta a la eliminatoria. «Me ha dicho Pepe Reina que vamos a sufrir mucho, aunque estos ambientes son hasta bonitos», afirmó Carvajal. Su equipo ha decidido atrincherarse en un hotel de 146 habitaciones que ha cerrado para la expedición. El problema es que el lujoso Palazzo Caracciolo, una antigua fortaleza, está en el centro de la ciudad.

LOS RADICALES/ El problema son los hinchas radicales, que están dirigidos por miembros de la Camorra, que tenían preparada hasta la pirotecnia para interrumpir el descanso de los jugadores. Desde su llegada, el Madrid comprobó que toda la ciudad espera un partido al que el equipo de Sarri llega con la moral muy alta tras el triunfo en el Olímpico frente a la Roma (1-2). El técnico tiene las claves para superar la prueba: «Hay que jugar perfectos en defensa y tener en cuenta que físicamente son más fuertes».

Enfrente, todo indica que Zidane volverá a encomendarse a la BBC y ese 4-3-3 que se antoja más peligroso que nunca, más aún después de ver el buen funcionamiento del equipo en Ipurua ante el Eibar con un 4-4-2.

Pese a ello, Zidane ha enviado un mensaje. «Lo importante es la actitud, no el dibujo. No cambia nada poner cuatro en medio campo. Lo que tiene que cambiar es la mentalidad con la que debemos entrar en el partido», apuntó el técnico francés. Sabe que cuando el Madrid logró un 3-1 en la ida cayó en cuatro de las ocho ocasiones en la vuelta o que el Nápoles solo ha sufrido una derrota en sus últimos 20 partidos europeos en casa. El resto han sido 13 victorias y seis empates. También maneja el dato de que el equipo blanco ha sufrido 18 derrotas fuera de casa ante equipos italianos por cinco victorias y ocho empates, aunque en los últimos nueve partidos de Champions, el Madrid solo ha caído una vez fuera. Zizou avisa: «Lo he vivido como jugador, nunca es fácil ganar en un estadio como San Paolo». La voz de la experiencia.