El Real Zaragoza hizo ayer oficial la contratación de Jesús Alfaro para las dos próximas temporadas y media. El jugador andaluz firmó su vinculación con el conjunto aragonés tras haber recibido la carta de libertad por parte de la entidad azulgrana, donde solo ha disfrutado de un total de 147 minutos en la presente campaña.

La llegada de Jesús Alfaro permite apuntalar la posición de extremo derecho, una demarcación mermada por la rotura fibrilar en el cuádriceps que ha sufrido Gaizka Toquero. Natxo González no podrá contar con el vasco hasta cerca del mes de marzo y es por eso que Lalo Arantegui tuvo que acelerar la llegada de un jugador de banda en este mercado invernal.

Jesús Alfaro cumple el rol de extremo puro, un perfil algo diferente a los que el Zaragoza cuenta en su nómina. Sus características se asocian a las del extremo clásico que campea por la banda aprovechándose de su alta velocidad. Estas características se percibían desde sus orígenes repletos de balompié por todos los rincones. Se ejercitaba en el campo de entrenamiento y además con sus hermanos. Jesús es el menor de los Alfaro, todos ellos futbolistas; Juan, el mayor, que jugó en el Nástic o el Gramenet; y Alejandro, actualmente en el Córdoba.

Jesús ha sido todo un referente en el grupo III de Segunda B, una categoría en la que jugó desde los 18 años y donde demostró de forma permanente sus aptitudes en todos los equipos en los que ha formado parte.

Andrés Palop, por aquel entonces entrenador del Alcoyano, se encargó de llevarse a Jesús Alfaro. El exguardameta del Sevilla lo conocía bien de su paso por la cantera hispalense, donde ofreció una grata impresión. En su segunda temporada en el Alcoyano anotó diez goles en 34 citas, consolidándose como uno de los jugadores más atractivos del grupo III de la categoría de bronce. Fue con la camiseta del Alcoyano cuando más brilló. Atrajo las miradas de numerosos ojeadores del panorama español, entre ellos el del Barcelona.

Esa temporada sirvió de trampolín para su fichar por el filial del Barcelona. El conjunto azulgrana buscaba fraguar un proyecto con los talentos más emergentes de la Segunda B mediterránea con el objetivo de lograr subir a Segunda División.

UN AÑO DE ASCENSO

La temporada 2016-2017 tuvo una dulce repercusión para Jesús Alfaro. Integró un ataque que destilaba potencia y que ostentaba una poderosa capacidad goleadora. La línea de ataque estaba compuesta por jugadores como Marc Cardona, Carles Aleñá, Alberto Perea, Dani Romera o Gumbau. Entre todos ellos sumaron un total de 60 goles. Ese filial tenía una plantilla con perlas de grandes quilates y pese al exceso de atacantes, todos ellos contaron con oportunidades para despuntar.

Gerard López consolidó a Jesús Alfaro en la primera línea ofensiva. Sus prestaciones por el costado diestro ofrecían una profundidad imprescindible para una escuadra de alto voltaje. El onubense anotó diez goles y brindó doce asistencias en 40 encuentros. Ahí destacó con fuerza la conexión Alfaro-Romera, todo un clásico en aquella temporada, donde el nuevo jugador del Real Zaragoza la servía desde la banda, y el atacante del Cádiz Dani Romera terminaba anotando.

PABLO BLANCO, SU GRAN AVAL

En su paso por la cantera del Sevilla dejó muestras del talento que resaltan aquellas personas que le han visto de cerca. Uno de sus máximos valedores es Pablo Blanco, director de la cantera sevillista. Pablo vio crecer a Jesús Alfaro, un jugador al que califica como «rápido y dinámico. Es el atacante que ha estado ligado históricamente al Sevilla, como Jesús Navas o José Pozo, del Almería. Rinde en el campo y además es un trabajador nato que se gana todo con el día a día», explica a este diario Pablo Blanco.

Su condición física se asocia al prototipo de extremo clásico andaluz. Tiene una estatura de 1,70, pero su figura menuda se liga a la de un jugador veloz y de un gran olfato para encontrar los espacios y conseguir desmarcarse. «Es pequeño, pero habitúa a destacar por sus movimientos repletos de habilidad. Tiene nivel de sobras para Segunda División, pero necesita continuidad para poder alcanzar un buen nivel», aseveró el director de la cantera sevillista.

La presentación de Jesús Alfaro con la camiseta blanquilla será la próxima semana, en un horario todavía por confirmarse. Mientras tanto, el nuevo fichaje invernal del Real Zaragoza se ejercitará hoy por la mañana con sus nuevos compañeros para comenzar a mimetizarse con su nuevo entorno. Natxo dispondrá de una pieza más para su rompecabezas ofensivo, un jugador para dinamizar las alas del equipo.