Si el partido ante el Villarreal no fuera tan decisivo para el futuro del Zaragoza como se intuye Savio no jugaría, pero el conjunto aragonés necesita de la calidad del brasileño y éste va a hacer todo lo posible para no perderse la cita. Sin embargo, las ganas del futbolista chocan con las molestias en su tobillo izquierdo, fruto del fuerte esguince que sufrió en el encuentro de Copa ante el Alavés y, ahora mismo, su concurso mañana es dudoso, al 50% de posibilidades, para ser exactos.

Savio, que ha trabajado a contrarreloj durante toda la recuperación junto a los fisioterapeutas del club aragonés, abandonó ayer la Ciudad Deportiva con el mismo gesto de los últimos días. Sigue siendo optimista en su recuperación, pero el dolor no cesa y eso se nota en su forma de correr, algo que se percibió durante el suave entrenamiento que hizo con el grupo. El brasileño, como sus compañeros, se ejercitó sólo 20 minutos, pero su gesto en la carrera dejaba claro que las molestias en el tobillo izquierdo permanecen.

PRUEBA DE FUEGO Mucho más completo será el entrenamiento de hoy y Savio tiene previsto realizarlo también con sus compañeros. Será una prueba de fuego y, si la pasa, su presencia estará casi garantizada. Pero lo más normal es que siga teniendo esas molestias, por lo que Víctor tiene previsto incluirlo en la convocatoria --que tendrá entonces algún futbolista más de los 18 establecidos-- que dará hoy al finalizar el último entrenamiento de la semana y el futbolista pasaría una prueba poco antes del comienzo del choque frente al Villarreal para decidir si está en condiciones de jugar.

El hecho no sería nuevo. Antes del partido frente al Mallorca y también por un esguince de tobillo Savio fue duda hasta última hora. Media hora antes del comienzo de ese choque no superó la prueba y finalmente tuvo que jugar en su lugar Martín Vellisca.

Savio está teniendo muy mala suerte con las lesiones en este 2004. En el primer partido del año, una entrada de Aguilera (Atlético de Madrid) acabó en un esguince en el tobillo izquierdo que, una vez recuperado, volvió a sufrir los efectos de la dureza de los rivales, en este caso del barcelonista Kluivert en el partido de ida de cuartos de final de Copa del Rey. Ochoa (Alavés), en la vuelta de semifinales del torneo copero, ha sido el último en castigar el tobillo del jugador zaragocista, que no oculta su hastío por la gran cantidad de faltas que recibe en todos los partidos. El brasileño espera que su suerte mejore a partir de ahora.