Ni las adversidades meteorológicas que obligaron a disputar los entrenamientos de calificación el mismo día de la carrera, ni el hecho de que el Mundial lleve ya muchos días decidido, ni la posible presión de sus rivales impidieron que Michael Schumacher (Ferrari) consumara en el circuito de Suzuka su victoria numero 83 (13 este año). Ganó en la penúltima prueba de la temporada, a placer, entrando primero por delante de su hermano Ralf (BMW-Williams) y del británico Jenson Button (BAR-Honda).

La amenaza de que el tifón Ma-On irrumpiera sobre el trazado nipón hizo que los organizadores trasladaran la sesión cronometrada a la mañana del domingo, dándose por primera vez la circunstancia de que los entrenamientos destinados a la formación de la parrilla se iban a disputar instantes antes de darse la salida. Al final el tifón no se cebó con Suzuka y se fue más al norte.

Pese a agruparse todo el trabajo en pocas horas, eso no impidió que Schumacher se hiciera con el mejor registro (el número 63 de su carrera) de la sesión al salir a rodar con la pista más seca que sus rivales. Fernando Alonso (Renault) arriesgó en su tanda rápida y montó neumáticos de seco cuando la pista aún no se encontraba totalmente en condiciones, lo que le retrasó en la parrilla hasta la sexta línea, por detrás de su compañero Jacques Villeneuve y de su excompañero Jarno Trulli, que ayer se estrenó con Toyota.

LA SALIDA Junto a Michael Schumacher se instaló en la primera línea su hermano Ralf, seguido de Mark Webber (Jaguar) y Takuma Sato (BAR-Honda). En la salida, el campeón del mundo se marchó sin problemas mientras Alonso se quedaba atrapado en la mitad del pelotón pasando tras la primera vuelta en el 10º lugar. Con Schumacher lanzado hacia una nueva victoria (no dejó de liderar la carrera salvo en los tres repostajes que hizo) la atención se centró en ver si su hermano Ralf aguantaría la presión de los dos BAR-Honda (la fábrica está a escasos 800 metros del circuito) de Button y Sato.

La carrera fue, como todas en las que domina Schumacher, monótona y sin demasiados incidentes. Sólo el toque entre David Coulthard (McLaren-Mercedes) y Rubens Barrichello (Ferrari), que acabó con los dos pilotos KO, hizo variar algo la clasificación. Alonso fue el más favorecido por el error de los dos pilotos, ya que eso le permitió entrar entre los cinco primeros. El Renault R24 no es un coche fácil de conducir en Suzuka, donde el mayor peso en la parte trasera condiciona mucho su funcionamiento en las curvas. Pese a ello Alonso lo manejó con destreza y se colocó tras Sato, cuarto, en las vueltas finales, acabando quinto. "Estoy contento, porque además no ha venido el tifón. ¿Qué mas puedo pedir?", dijo Alonso.

Su compañero Villeneuve, el revulsivo de Briattore para aspirar al subcampeonato de marcas (Ferrari ya es campeón), acabó décimo. Mala señal. La tercera plaza de Button y la cuarta de Sato le dio los puntos necesarios a Honda para colocarse a cuatro puntos del segundo. Quedan 20 puntos en juego y Renault llega a Brasil, la última prueba, con 100 puntos, y BAR tiene 116.