Luiz Felipe Scolari se abrazó a Otto Rehhagel nada más terminar el encuentro. El técnico brasileño reconoció con deportividad la derrota que le endosó Grecia. "Es difícil aceptar esta derrota, pero nos hemos enfrentado a un equipo que defiende muy bien. Pienso que no es algo negativo para el fútbol, los equipos perdedores fuimos incapaces de superar su barrera defensiva. Grecia ha sabido trabajar bien sobre nuestros fallos. Quiero felicitar a Rehhagel, a su equipo, y decirles a los portugueses que no es el final, que llegarán más victorias", comentó Scolari, que pidió a los aficionados que celebrarán el gran torneo que había realizado la selección portuguesa.

"Es un día fantástico para el fútbol griego y europeo", dijo el seleccionador de Grecia, nada más pisar la sala de prensa del estadio lisboeta. El preparador alemán no quiso aclarar si seguirá dirigiendo a Grecia hasta el Mundial del 2006. "Ahora no es el momento para hablar de mi futuro". El técnico está en la lista de posibles sustitutos de Voeller.

Rehhagel, que bailó sobre el césped junto a sus jugadores, alabó la gran competición de sus futbolistas, de todos, pero quiso citar a Charisteas, el ariete del Weder Bremen, que sólo ha sido titular siete veces en la Bundesliga. "Charisteas ha sido una de las estrellas de este campeonato". Grecia volvió a marcar a balón parado en la única ocasión que envió el balón a puerta.

"Soy muy feliz porque Grecia es la mejor selección de Europa. Estoy viviendo un momento histórico, diría que único, que será muy difícil que lo pueda repetir. Es el día más importante de mi carrera", señaló Charisteas, de 24 años, un delantero que ha marcado ante España, Francia y Portugal. Sin embargo, no fue elegido el mejor jugador de la final. El premio se lo llevó su compañero Zagorakis, el capitán griego. "Estoy orgulloso de recibir este premio en el partido más importante de la carrera de un jugador", dijo el jugador, que alabó el trabajo colectivo de Grecia.