El aragonés Fernando Barceló tuvo que retirarse de la Vuelta a España precisamente tras la etapa durante la que pasaba por su casa. La quinta, que salió desde Huesca y llegó a Sabiñánigo. El ciclista se lamentó de esta casualidad y apuntó que «no se sabe cuándo el cuerpo puede fallar». Le tocó entonces: «Estaba subiendo el primero de los puertos y de repente noté que se me disparaba el corazón, que me subían las pulsaciones», recordó el oscense.

Cuando notó los síntomas, explicó que acudió «rápidamente al coche médico de carrera que acompaña al pelotón» para que le diesen un diagnóstico. «Era una taquicardia, tenía el pulso a 230», confesó Barceló al recordar el momento. Sin embargo, en un primer momento, el ciclista logró estabilizar sus pulsaciones y volvió a la carrera, de hecho cruzó la meta en Sabiñánigo.

Pero esta decisión cambió al acabar la jornada: «Aunque de primeras el médico de carrera no le dio más importancia, porque pudimos regularlo y recuperar las pulsaciones normales, luego una vez llegué a meta habiendo terminado la etapa decidí con el médico del equipo que al día siguiente no iba a tomar la salida», afirmó Barceló. Ahora el ciclista aragonés está «bien» a la espera de reunirse con su cardiólogo, con el que ya ha estado hablando y han llegado a la conclusión de que seguramente le tengan que hacer «un cateterismo para ponerle solución al problema», un problema que aseguró que no había sufrido con anterioridad.

La primera etapa que se perdió fue la sexta, que también pasaba por territorio aragonés. Salía desde Biescas hasta la estación invernal de Formigal. Para estas dos jornadas que atravesaban su tierra aseguró que tenía «muchas ganas». Para la quinta, había conseguido meterse «en la escapada en la primera parte de la carrera», pero también quería competir el domingo. «Fue devastador para mí no poder continuar en carrera», se lamentó el oscense, que da por finalizada su primera temporada con el Team Cofidis.

Sobre la Vuelta, Barceló valoró que durante los dos o tres primeros días no tuvo «las mejores sensaciones», pero que en la etapa que partía de su ciudad natal se estaba «encontrando muy bien». Aseveró que tenía la esperanza de «hacer algo parecido a lo del año pasado». «Quería meterme en una buena escapada que llegara a meta e intentar luchar por alguna etapa», añadió.

A pesar de lo sucedido, el aragonés espera que su carrera como ciclista no corra peligro. Todavía le queda un año de contrato con Cofidis y hace «un balance positivo de la temporada». «Es mi primer año en el World Tour y estoy satisfecho quitando este percance, creo que he estado a un nivel bastante regular durante todo el curso», aseguró Barceló, que también cree que su equipo «está haciendo muy buen trabajo en la Vuelta», concluyó.