La jugada del 0-2 en Cádiz fue la escenificación perfecta de un mensaje muy alto y muy claro sin necesidad de alzar la voz, el de dos jugadores por los que no muchos apostaban ni daban un duro y que, a base de picar piedra, han llegado para quedarse. Nieto se deshizo de su par con un caño, se fue hacia dentro en diagonal y vio cómo Pep Biel tiraba el desmarque a la espalda de la defensa. Uno asistió y el otro definió con delicadeza y pausa tras driblar a Cifuentes. El resto del partido, dicho sea de paso, fue de sobresaliente de ambos.

Venían de descender con el Deportivo Aragón a Tercera División, una categoría en la que, por su jerarquía y edad, no tenían sitio. A Pep Biel, que había despuntado en el Almudévar y que fue reclutado para el filial, se le hizo un contrato para cuatro temporadas tras haber debutado en Granada. El caso de Nieto fue diferente. Debutó con 18 años y han pasado cuatro hasta que se ha estabilizado en el primer equipo, algo que temió que no llegase jamás. Este verano tuvo su último tren, inesperado, y lo cogió para tener ficha con el equipo de Segunda. Sin embargo, los dos eran habituales descartes, dos futbolistas condenados a vivir en el ostracismo. Pero la última palabra era de ellos y se empeñaron en pasar de ser secundarios a protagonistas.

CUESTIÓN DE TRABAJO

A los dos les une la ambición y ese afán de no tirar la toalla. El balear, de forma casi inesperada y con un Zaragoza a la deriva, fue titular en Tarragona en el único triunfo con Alcaraz. Marcó de falta y convenció. «Cuando vi mi foto en la pantalla en el hotel y vi que era titular dije: ‘Esta es la mía. No puedo desaprovechar la oportunidad’», comentó Pep Biel a este diario allá por noviembre. El caso de Nieto, exactamente igual. «Tuve la oportunidad de hacer la pretemporada con el primer equipo y vi que tenía que darlo todo. En esos cuatro años ha habido veces en las que he podido pensar que no me llegaría esa oportunidad otra vez. Por fortuna no ha sido así y trabajar esos años me ha dado el fruto de volver a tener la ocasión de estar en el primer equipo», comentó. Ahora, será difícil que a ambos les quiten el puesto por méritos propios.

Carlos Nieto suma 15 partidos de Liga y dos de Copa en su primera campaña completa en el fútbol profesional. Se encuentra en constante progresión y, sin hacer mucho ruido, se ha asentado en el once titular del Zaragoza en el lateral izquierdo, su posición natural, aunque se adapta con soltura a diferentes puestos por su polivalencia. Entraba cuando Dani Lasure no estaba disponible, pero le ha adelantado.

Elogios de Víctor / Sin embargo, su principal irrupción fue como la de Pep Biel, en Tarragona, pero como central zurdo en una línea de cinco zagueros. Desde entonces cuesta recordar los partidos en los que estuvo más flojo, en los que tuvo dificultades para rendir o en los que no fue de los más destacados. Fue cambiado en Alcorcón al descanso porque le costaba defender a Sangalli. Su único borrón. Además es un caso que recuerda al de Lasure, al que Natxo tuvo olvidado hasta que le dio una oportunidad que aprovechó hasta ser indiscutible. Ahora, Nieto se ha ganado la renovación por un año más, hasta el 2023, y un aumento de salario.

A Pep Biel se le ve cómodo sobre el césped siempre. Juega como un veterano a pesar de su juventud. El propio Víctor Fernández tras empatar en Cádiz comentó sobre él que «tiene mucho fútbol y ni él mismo sabe lo que tiene. Posee un cambio de ritmo de diez metros que te mata y un buenísimo disparo, aunque le falta algo de convicción de que lo puede hacer».

Hizo una buena pretemporada, pero fue relegado igualmente a un segundo plano, tanto que se planteó a los pocos meses salir cedido en el mercado de invierno. Tiene un gran golpeo del balón parado, una buena visión de juego, busca siempre el balón al hueco y entre líneas y ocupa los espacios con inteligencia. Se ha convertido en el segundo máximo artillero del equipo aragonés esta temporada gracias a sus cuatro tantos y no llega ni a los 900 minutos de juego en Liga.

Pep Biel salió del Mallorca y recaló en el Almudévar para jugar en Tercera División, categoría en la que destacó con sus goles y su juego. Después pasó al filial zaragocista para jugar en Segunda B y ahora al primer equipo, donde está respondiendo, igual que Nieto. Difícilmente en verano se podía imaginar su papel actual, pero lo están logrando porque no se rindieron.