La Seguridad Social envió a finales de la semana pasada un documento oficial al Real Zaragoza reclamando el pago de cerca de 600.000 euros por no haber realizado las correspondientes cotizaciones de sus trabajadores de los meses de abril a junio pasados. En el seno de la entidad zaragocista no ha sorprendido esta solicitud, puesto que los jugadores de la primera plantilla tienen todavía pendiente el cobro de la nómina del pasado mes de junio, mientras el resto de los empleados tampoco han percibido sus emolumentos desde mayo. Entre estos últimos también se encuentran los futbolistas del Zaragoza B. Lo mismo sucede con las personas que trabajan tanto en La Romareda como en la Ciudad Deportiva. El personal de las oficinas del club, según algunas fuentes, solo habría dejado de cobrar la nómina de junio. Lo que no parece tan normal es que la entidad haya pagado las nóminas de abril y que no haya realizado las cotizaciones a la Seguridad Social.

El Real Zaragoza está ahora también pendiente de recibir la notificación de la Liga de Fútbol Profesional sobre las deudas que tiene con los jugadores de la primera plantilla del curso finalizado el 30 de junio. La mayor parte de los futbolistas, además de no haber percibido la nómina de junio, no han cobrado la ficha de la temporada pasada. La primera parte deberían haberla recibido el 31 de diciembre y la segunda, el 30 de junio. Todos los jugadores en esa situación han denunciado al Zaragoza ante la Asociación de Futbolistas Españoles para asegurarse el cobro.

Ahora la AFE revisará la documentación entregada por los jugadores y después la remitirá a la Liga, que comunicará al Real Zaragoza el monto total de la deuda. Después, el club tendrá un plazo para presentar alegaciones si lo considera oportuno y sobre el 25 de julio la Comisión Mixta Liga-AFE dará a conocer lo que debe pagar el Zaragoza. Y luego, si no liquida esas cantidades o llega a acuerdos con ellos, decretaría el descenso del club aragonés a Segunda B.