En un equipo tan nuevo como el Tecnyconta Zaragoza la experiencia y la veteranía son factores importantes para acelerar el funcionamiento del grupo. Son dos de las características por las que el club apostó por Renaldas Seibutis (33 años) y el partido de Burgos confirmó su trascendencia. Después de no haber podido participar en el primer partido en Vitoria y de hacerlo recién incorporado al grupo frente al Gipuzkoa, en el Coliseum de Burgos la presencia de Seibutis asentó el juego aragonés, sobre todo en ataque. Su calidad y su poso fueron un plus que sumó, y mucho, para el triunfo del Tecnyconta.

La propuesta ofensiva de esta temporada no tiene nada que ver con la del curso pasado. Entonces tenía entre sus filas a una estrella excepcional de las que pasan por delante de los ojos una vez en la vida. Gary Neal era un jugador tan diferente y diferencial que centraba y monopolizaba el ataque del Tecnyconta. Este año no hay un Gary Neal ni nada que se le parezca, pero el Tecnyconta demostró en Burgos que cuenta con diferentes recursos en el perímetro. Tiene la dirección y la capacidad de penetración de McCalebb más la frescura de Santana y el descaro de Alocén en la base, la experiencia de Seibutis para anotar o asistir cuando es preciso, la energía de Okoye hacia el aro.

A la espera de que Berhanemeskel encuentre su sitio y afine su muñeca ante defensas de más músculo que las de LEB Oro, Seibutis cobra todavía mayor importancia. Así ha quedado demostrado ante su ausencia. El escolta fue llamado por Lituania para la ventana FIBA y regresó con problemas en la espalda. Desde entonces no pudo trabajar con el resto del equipo hasta la semana pasada, justo antes del encuentro ante el Gipuzkoa. Fue baja en Vitoria, donde el equipo compitió la primera parte y se vio superado en la segunda por un rival muy superior y en esa segunda jornada tuvo una actuación en la que se notó tanto su potencial como el tiempo que había pasado fuera del equipo. Ahora aún debe alcanzar su mejor forma, como todos, con ritmo de competición.

En Burgos ya tuvo galones, partió en el quinteto titular y tuvo 22 minutos en los que mostró su capacidad para aportar al equipo desde diferentes facetas. Anotó cuatro canastas en los seis lanzamientos que intentó (9 puntos), capturó dos rebotes y repartió cuatro asistencias. Además, también hizo lo que no se ve en los números, sobre todo en el trabajo defensivo. De esta forma Fisac desechó ya en la tercera jornada el recurso de jugar con dos bases que tuvo que emplear en las dos primeras precisamente por la baja del lituano. Aunque Fabio Santana, que ya hizo ese papel en el Oviedo, ha demostrado ser un jugador más que aprovechable que va a sumar cosas al equipo, el Tecnyconta Zaragoza ha encajado mejor con cada uno en su sitio y rinde a un mejor nivel con el escolta lituano.

PROTAGONISMO REPARTIDO

De esta forma la anotación del equipo queda más repartida. En Burgos fueron cuatro los jugadores con más de diez puntos y hasta seis, los seis que llevaron el peso del partido, los que valoraron por encima de los dos dígitos. Así no hay un MVP como Neal pero, a cambio, hay un mayor trabajo de equipo. La actuación del Tecnyconta en Burgos fue convincente por rotunda y por la excelente labor colectiva de la que fue fruto. Para que eso sea así es necesaria la aportación de cuantos más jugadores mejor, sobre todo de los que están llamados a ser importantes. Uno de ellos es Seibutis pero, al igual que el lituano, el equipo ha notado y mucho el regreso de Nacho Martín y la recuperación de Fran Vázquez. Son las piezas llamadas a ser clave que ya lo han sido para que el Tecnyconta sume dos victorias, la segunda de ellas corrigiendo en tres días los errores de la primera.