Seibutis nació en Lituania. Okoye nunca ha olvidado su ascendencia nigeriana. Justiz baila en la pista con ritmos cubanos. Radovic tiene el gen de los Balcanes, de Montenegro. Berhanemeskel es canadiense, McCalebb todavía conserva a los 34 años y muchos achaques físicos algunas notas de las mejores partituras de Bourbon Street, Fran Vázquez siempre ha sido el gallego de Chantada, como Barreiro, también gallego. Nacho Martín lleva consigo el flow de Pucela y Alocén, oh Alocén, es el capitán aragonés de esta tropa que ayer puso patas arriba el pabellón Príncipe Felipe y la Liga ACB. El todopoderoso Baskonia dobló la rodilla y el Tecnyconta Zaragoza accedió a semifinales por segunda vez en su historia.

Son de aquí y de allí, cada uno de un lugar que en nada se parece al otro, pero a todos les ha unido una misión común, comprometida, profesional y muy divertida. Un equipo para hacer feliz a una ciudad. Todos, los de aquí y los de allí, son hoy el orgullo de Aragón. Un triunfo de un magnífico grupo de deportistas que debería animar al tejido empresarial aragonés y español a creer en el proyecto que lidera Reynaldo Benito.