El fútbol juvenil aragonés pisa fuerte. Por primera vez contará con seis equipos en la División de Honor. Cinco zaragozanos y uno oscense entre los 16 clubs del grupo II. Aragón se convierte así en una de las regiones que más equipos aporta a la categoría. La que más en relación con su población. Los duelos fratricidas se sucederán entre estos seis clubs, aunque con pretensiones muy dispares. Este año con la novedad de que descenderán cinco, y no cuatro como en anteriores campañas. La emoción está asegurada a partir del 5 de septiembre.

REAL ZARAGOZA

Al entrenador del club zaragocista todavía le queda el mal recuerdo del cuarto puesto obtenido en la temporada 2003-2004. Lo que sería un final más que satisfactorio para la mayoría de los equipos aragoneses, no lo es para Carlos Rojo. "Fue un poco decepcionante porque en una semana pasamos de poder ser campeones a perder el campeonato". No extraña, por tanto, que este año hayan puesto el listón muy alto: "Estar entre los primeros, luchar por el Campeonato y por la Copa". Conseguirlo estará en manos de un equipo "bastante joven", en el que sólo repiten siete jugadores. Los restantes proceden de otros equipos y de las categorías inferiores. Entre ellos destacan cinco del cadete del Real Zaragoza, actual subcampeón de España. El equipo ya calienta motores con la mente puesta en un exigente arranque de temporada, en el que les esperan rivales que Carlos Rojo habría deseado encontrarse más tarde, con la plantilla más rodada. El Atheltic, la Real Sociedad y el Alavés serán los principales escollos para los zaragocistas.

PEÑAS OSCENSES

Es la única representación altoaragonesa en División de Honor. Tiene consciencia de que sus recursos son limitados y del mérito que supone permanecer en la categoría por tercer año consecutivo. La pasada campaña quedó décimo. Por eso su meta no es otra que salvar la categoría. "Para nuestro nivel es casi como ganar la Liga", confiesa su técnico, Eduardo Orduna. "Tratamos de nutrirnos de los jugadores de la entidad y dar salida al futbol base oscense, añade. En la plantilla de esta temporada sólo habrá ocho caras conocidas. Otras tantas vendrán de las secciones inferiores del Peñas y seis de otros equipos. Las numerosas altas y bajas son frecuentes en estos niveles. Como explica Orduna, "jugamos con chavales que suelen estar en el último o en los dos últimos años de juveniles, así que por edad pronto tienen que irse del equipo". No les preocupa quiénes son los rivales más fuertes. "Nosotros no entramos en esa guerra". Orduna está más preocupado por los equipos que lucharán por mantenerse. Vaticina "partidos dramáticos y muy duros". Frente a su precario presupuesto, "humildad, compromiso y entrega" constituirán sus principales bazas.

EBRO

El Ebro asume este año su reto más importante. Se estrena en la máxima categoría del fútbol juvenil y, como debutante, su meta no es otra que la permanecia. Oscar Tiberio, su entrenador, así lo reconoce. Aunque prefiere ir poco a poco y asegura que en estos momentos no se plantea otro objetivo que el Arenas, su rival en la primera jornada. Será el tercer año de este técnico en el banquillo del Ebro, un equipo que califica de "modesto". Los dos anteriores lo dirigió en la Liga Nacional. De aquel equipo conserva a diez jugadores, a los que se han sumado dos procedentes de categorías inferiores y una decena de fichajes. A juicio de Tiberio, todos los equipos a los que tendrán que plantar cara son "fuertes". Pero tiene claro cuáles son los verdaderos rivales del Ebro: "Todos menos los filiales".

STADIUM CASABLANCA

Será su noveno año en División de Honor y con el mismo hombre al frente, Antonio Gonzalo Piñol, quien sabe lo que quiere: "Como mínimo no pasar problemas y dar salida al mayor número de jugadores". Ese es el doble objetivo de un equipo que, junto con Real Zaragoza, Osasuna, Athletic, Real Sociedad y Alavés, figura entre los más fuertes. La clave está en "la calidad y entrega de los jugadores en el campo", según Piñol. Sólo siete continúan de la pasada temporada. Por eso el veterano entrenador ve en el desconocimiento inicial de algunos jugadores un importante obstáculo a batir de cara al comienzo de la Liga, en la que esperan --al menos-- repetir la sexta posición de la temporada anterior.

BALSAS PICARRAL

Aunque la temporada pasada acabaron en un más que satisfactorio séptimo lugar, su objetivo sigue siendo conservar la categoría. "No nos planteamos si hay que mejorar o no la posición del año pasado, sino ante todo la permanencia", asegura el técnico Toño Blasco. Ya sabe lo que es estar en la División de Honor, pues es su tercer año en el club (el quinto del Balsas en la categoría). Por eso cree que no será fácil, pues considera que "hay equipos muy buenos y muy consolidados, al margen de los filiales". Al gran nivel de los rivales se suma el hecho de que sea un conjunto nuevo, con muchas incorporaciones. De hecho sólo continúan dos jugadores. Los amistosos de pretemporada permitirán a Blasco poner a prueba a sus nuevas incorporaciones.

OLIVER

Afrontan su segunda temporada en la categoría. Su undécimo puesto en la campaña pasada les hace ser realistas. "El objetivo es mantenerse", comenta su entrenador, Alfredo Alba. Aunque es su primer año en el banquillo, contará con una plantilla con bastante experiencia, puesto que diez hombres de la temporada anterior continúan en el equipo. Los jugadores del Oliver han sido de los primeros en ponerse manos a la obra. El lunes pasado dieron comienzo a la pretemporada. Su calendario hasta el 29 de agosto está repleto de amistosos contra equipos de Tercera, Regional Preferente y Juvenil Nacional. Alfredo Alba confía en el futuro del fútbol regional, pero lanza una advertencia: "Hay que seguir cuidándolo porque la materia prima se va yendo a los equipos de mayor nivel".