Ya a las primeras de cambio, en la segunda de las diez jornadas que dura la fase de clasificación europea para el Mundial de 2022, la selección española afronta en Tiflis lo más parecido a una final, pero sin más trofeo que conservar las opciones.

El equipo de Luis Enrique está obligado a ganar ante Georgia para enmendar el empate de la jornada inicial frente a Grecia, y al menos no aumentar la desventaja que ya tiene respecto al liderato del grupo y la única plaza directa para Qatar, ahora en poder de la Suecia de Ibahimovic.

Pese al orgulloso alegato que hizo el seleccionador del partido defensivo de su equipo ante Grecia, el inesperado empate ha dejado la clasificación mundialista española a un mal resultado de quedar muy comprometida. “Estoy hiperorgulloso, es el mejor partido defensivo de mi carrera como entrenador y eso me hace ser muy optimista”, dijo Luis Enrique, aunque el rival estuviera en las antípodas de un equipo ofensivo, lejos del primer nivel en calidad y en intención de ataque.

Como el Barça del tridente

Con todo y con eso, lo que ha quedado en el imaginario popular de la afición es la inactividad ofensiva de la selección, los problemas para plantear variantes válidas ante una defensa sin muchos más argumentos que la acumulación y la voluntariedad. “Nos faltó finura y frescura. Tenemos que mejorar contra un rival encerrado, pero no es fácil. No era fácil ni con el Barça del tridente, no va a ser fácil ahora ni con ningún equipo”, argumentó Luis Enrique.

Así las cosas, la selección está obligada a solventar errores ante la Georgia de Willy Sagnol, en el segundo partido del francés en el banquillo caucásico y con más de 15.000 aficionados en las gradas, pero sobre todo ante otro partido que se espera cerrado y sin espacios. “Puede que se de un partido parecido”, auguró un Luis Enrique que tendrá que poner en liza nuevas soluciones ofensivas.

Con tres partidos en menos de una semana (todavía queda un partido contra Kosovo el miércoles), se esperan cambios en la alineación de Luis Enrique, con opciones para Jordi Alba, la frescura ofensiva que aportó Bryan Gil en sus minutos ante Grecia o la esperada presencia de inicio del barcelonista Pedri.

Además, los habituales titulares Busquets o Thiago deben volver al once para imprimir esa velocidad en el pase y agilidad en la circulación de que adoleció la selección hace unos días. El que sigue sin estar en condiciones de ser titular es Gerard Moreno.