La camiseta republicana no tiene vuelta de hoja. La Federación Española de Fútbol (RFEF) no pondrá en peligro el contrato con Adidas, que le reporta 25 millones de euros al año, y la selección española jugará con ella el Mundial de Rusia 2018. Eso sí, la presentación por todo lo alto de las nuevas equipaciones, prevista para este miércoles en la ciudad deportiva de Las Rozas, se quedará en algo mucho más sencillo.

Todos los jugadores posarán con las nuevas prendas antes del entrenamiento matinal y se ejercitarán con ellas a continuación en la que será la segunda sesión de preparación para los amistosos que jugará La Roja contra Costa Rica, el sábado que viene en La Rosaleda, y frente a Rusia en San Petersburgo el martes siguiente.

La polémica en las redes sociales sobre la nueva camiseta con aires republicanos no se trasladó a las gradas de la ciudad deportiva de la RFEF, en la que Piqué se encontró con la grata sorpresa de que por fin iba a poder llevar a cabo un entrenamiento normal con el resto de sus compañeros. El central del Barça fue recibido prácticamente como uno más por los cientos de aficionados que se congregaron en las instalaciones federativas.

Los escasísimos pitos a su salida al campo entre De Gea y Kepa fueron inmediatamente sepultados por aplausos mayoritarios. Después, ya en plena faena, más de lo mismo. Nada que ver con el suplicio que tuvo que vivir hace 35 días en el primer entrenamiento de la concentración para preparar los dos últimos partidos de la fase de clasificación para el Mundial contra Albania e Israel.

Mientras, las televisiones no dejaban de preguntar a los aficionados qué les parecía la nueva camiseta. La mayoría la calificó como «bonita» y pasó ampliamente de la polémica en torno al morado, violeta o azul petróleo, que es lo que es, según el presidente de la RFEF.

«El color que algunos ven polémico es un azul, un azul petróleo... Adidas hace la camiseta de España desde hace 30 años y no son dudosos de nada. No lo han sido nunca. Ellos hacen el diseño, se cambia cada dos años, coincidiendo con Eurocopas o Mundiales. Dicen que por televisión se ve distinto. No lo sabemos aún. No lo hemos visto en directo. Nos cuentan además que al mojarla, con el sudor o bien con la lluvia, el color se vuelve mucho más oscuro», declaró Juan Luis Larrea.

Poco después, mientras la selección se entrenaba, Adidas hizo público un comunicado en el que aseguraba que el lanzamiento de la camiseta «está fuera de cualquier connotación política». Claro que el propio Larrea había dicho por la mañana al diario As que habían recibido quejas «desde lo más alto. Al Gobierno no le hace gracia ni el lío ni la camiseta», reconoció.