Fue la primera selección que aterrizó en tierras brasileñas para preparar el Mundial. "Tenemos mejor equipo y no vamos a decepcionar a los chilenos", anunció Claudio Bravo nada más poner pie en Belo Horizonte, donde La Roja ha establecido su sede. El cotizado guardameta de la Real Sociedad, con un pie en el Barça, tiene parte de razón: Chile es mejor equipo que hace cuatro años; se tendrá que ganar la otra mitad de razón si se clasifica para octavos de final, aunque la presencia de los dos últimos finalistas de Sudáfrica (España y Holanda) en el grupo justificarían una posible eliminación. En el 2010 lo consiguió: venció a Hunduras y Suiza y sucumbió con España. El segundo puesto la cruzó en octavos con Brasil. El mismo rival con el que se cruzará el segundo de este grupo.

Chile es la obra de un loco llamado Marcelo Bielsa. O lo fue. Dejó un equipo armado con las ideas que inculcó durante cinco años con su conocida insistencia, y a ese andamio ideológico se subió Jorge Sampaio, un tipo raro como su predecesor, argentino como su predecesor, meticuloso como su predecesor, para decorar el edificio. Una idea de equipo ofensivo y presionante, "medio suicida porque nos gusta atacar", en palabras de Arturo Vidal, uno de los futbolistas más cotizados junto a Bravo, virtualmente atado por el Barça, y Alexis Sánchez, a quien la Juventus querría repatriar a Italia (salió del Udinese) para juntarle con Vidal, precisamente, y el lateral derecho Isla.

Sampaoli (54 años) pasó por Perú y Ecuador y no se labró un nombre (y ganó sus primeros títulos) hasta que le dieron la oportunidad de dirigir a la Universidad de Chile. En dos años conquistó cinco títulos, quedó vacante el cargo de seleccionador y se lo dieron él. De la U, como se conoce al cuadro capitalino, se llevó a la selección a su extensión en el campo, al cerebro que conoció allí.

El Xavi chileno

A Marcelo Díaz, a quien se le compara con Xavi por ser el organizador del juego, en su caso desde una posición más centrada. Otro ejemplo de triunfo tardío. Irrelevante futbolista de la Universidad, se marchó cedido al Deportivo La Serena. Dio un paso atrás para tomar impulso y su regreso a la Universidad coincidió con la llegada de Sampaoli. Dos años después, personifica la imagen de la cordura que alteran tipos como el exsevillista Gary Medel, cuyas andanzas extradeportivas van sucediéndose.

Díaz tiene el puesto garantizado, independientemente de que el técnico retoque el sistema. Es habitual que emplee un 4-4-2