El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) desestimó ayer el recurso de la atleta sudafricana Caster Semenya contra la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). En virtud de esta decisión, las mujeres que, como ella, padecen hiperandrogenismo (altos niveles de testosterona) deberán medicarse para reducir esos niveles en las pruebas femeninas de medio fondo, o bien competir junto a hombres.

Hace un año, el 26 de abril, la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció una nueva regulación, que debía entrar en vigor en noviembre, que obligaba a las atletas a mantener los niveles de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro durante un periodo continuado de al menos seis meses, para competir en pruebas de entre 400 metros y una milla y ver reconocidas sus marcas. La resolución levantó una gran polémica.