Mista no sólo es el Pichichi nacional --sólo le supera el brasileño Ronaldo-- con esas 18 dianas que acumula en 28 partidos de Liga. Además, ostenta el trono en el reino de los aires, porque con siete dianas anda destacado en la clasificación de mejores rematadores de cabeza del campeonato, superando a verdaderos especialistas como Urzaiz (6), Pandiani (5), Milosevic (4) y Makukula (4). El dato contrasta aún más si se le une otro que ya es conocido, los problemas que sufre el Zaragoza en los balones por alto, algo que se refleja a la perfección en el lugar más alto que ocupa en la clasificación de equipos que más tantos encajan de cabeza, con 15 hasta el momento. Ni que decir tiene que la concentración del bloque de Víctor tendrá que ser máxima con el ariete valencianista.

Llama mucho la atención la explosión de Mista en la actual temporada, justo después de un verano en el que estuvo a punto de marcharse al Sevilla. Lo hubiera hecho si por el Valencia hubiera sido, ya que cerró su traspaso por cinco millones de euros y necesitaba liquidez. Hasta Benítez, el máximo valedor del futbolista, había dado a regañadientes su brazo a torcer --aunque siempre le aseguró que contaría con él si se quedaba--, porque le habían asegurado fichajes de relumbrón como Eto´o o Piojo López, pero el delantero de Caravaca de la Cruz (Murcia) apostó fuerte y decidió quedarse. No era la primera vez que lo hacía, también puso toda la carne en el asador cuando decidió salir de la cantera del Madrid, acogiéndose al decreto 1006, para dar el salto al Tenerife, donde sabía que iba a tener los minutos que necesitaba.

En tierras tinerfeñas se encontró con Benítez --ambos lograron el ascenso con el equipo chicharrero en la 00-01--, pero él dio antes el salto hacia Valencia, que lo fichó por algo más de tres millones de euros para dejarlo cedido en el conjunto isleño hasta el final de ese curso. Entonces, también el técnico puso el rumbo a la capital del Turia, después de la salida de Héctor Cúper.

La trayectoria

Dos buenas temporadas en el Valencia, selladas con cinco y siete goles, un título de Liga y un incremento progresivo de presencia en el equipo, han desembocado en la de su explosión, aunque nadie, ni él mismo, olvida el susto que dio nada más llegar, cuando en un partido ante el Lech Poznan polaco se tragó la lengua y rozó la muerte.

Este curso, sin Carew y Salva, ambos cedidos, y con el brasileño Oliveira ofreciendo claroscuros, Benítez ha tenido que apostar por su jugador de confianza y éste le ha cargado de argumentos, tantos como goles suma en su casillero. 21 en total, 18 en Liga y el resto en UEFA, acreditan a un goleador que ha explotado y está llamando con fuerza a las puertas de la selección, haciendo dudar al propio Iñaki Sáez, que aún no lo ha convocado.

Atlético (4), Espanyol (3), Mallorca (3), Murcia (3), Deportivo, Madrid, Sevilla, Villarreal y Málaga han sido sus víctimas. "Ayala me dice que si no me canso de celebrar goles", bromea. No se cansa y, si los arietes aseguran que el gol llega por rachas, él vive ahora su momento más dulce. Buena técnica, salto potente, movilidad continua y, además, su complicidad con Vicente y con Baraja --su mejor amigo en la plantilla-- le han situado en primera línea, sobre todo aérea, donde es el mejor de la Liga. Sin duda, es el año de Mista.