La selección nacional de Serbia y Montenegro no dio opción ayer a la sorpresa y se impuso con claridad a la de Aragón en el partido amistoso que les enfrentó en Huesca, tercero que juega la anfitriona en su historia. El conjunto que en esta ocasión dirigió Mariano Soriano nada pudo hacer ante la clara superioridad de su oponente en todos los aspectos del juego y que dejó la contienda sentenciada al descanso.

El primer tiempo se caracterizó por un dominio total de la selección visitante, que jugó a placer, y en el que tan sólo una pequeña relajación motivó que la selección anfitriona lograra empatar el partido en el minuto 15 (9-9). Sin embargo, esto fue un espejismo pues a partir de ese momento los visitantes reaccionaron y sólo hubo un equipo sobre el parquet, el serbio, que impuso su mayor clase y categoría y que impidió que Aragón marcara un solo gol en los diez minutos finales de este periodo, lo que le supuso encajar un parcial de 0-7.

FLUIDEZ En ataque los balcánicos hicieron circular el balón con fluidez y en esta faceta destacó la efectividad de Petar Kapisoda, que marcó quince tantos. En la segunda parte el conjunto balcánico no hizo concesiones y fue aumentado las diferencias en el marcador conforme transcurrieron los minutos. No hubo compasión y el final reflejó una victoria abultada para sus colores ante un equipo aragonés que quiso y puso voluntad pero que fue claramente inferior a su oponente.