Los serbios dieron una demostración de garra ante Grecia, en un partido con mucho morbo después de la batalla campal que protagonizaron ambas selecciones hace cuatro años en un amistoso que terminó con una sillazo de Krstic a Borousis. Ayer, la única paliza fue en el marcador (90-78). Los guerreros de Djordjevic, con Bogdanovic (21 puntos) y Raduljica (16) como mariscales de campo, se comieron a sus rivales en la segunda mitad del duelo, en la que Milos Teodosic dio una exhibición (13 y 5 asistencias). El base creció a lo largo del choque y controló el partido a sus anchas. Enfrente, Grecia, levemente favorita, se diluyó enseguida, sin personalidad en su baloncesto y en sus hombres. Bourousis solo llegó a 5 rebotes y 9 puntos. Calathes fue su máximo anotador con 14.

Más complicado lo tuvo Lituania para asegurarse su clasificación. Sudó de lo lindo para deshacerse de la rocosa Nueva Zelanda en el Sant Jordi (71-76). El talento de Valanciunas (22 puntos y 13 rebotes) acabó decantando la balanza, haciendo inútiles los esfuerzos de Corey Webster (26 puntos).

Los subcampeones europeos se enfrentarán a los subcampeones del mundo, una Turquía que se impuso en un final agónico a Australia después de ir por detrás toda la segunda mitad (65-64). En un partido muy igualado, acabaron imponiéndose las individualidades. Australia, con los exazulgranas Andersen, Jawai e Ingles, se despegó en el tercer cuarto (36-48). El pívot Aron Baynes, campeón de la NBA con los Spurs, imponía su ley en la pintura. Pero los otomanos no iban dispuesto a despedirse del torneo sin luchar.

Gracias a su tenacidad fueron limando poco a poco las diferencias. Preldzic con dos triples en el último minuto (el último a cinco segundos del final) adelantó a Turquía (65-64) mientras que Australia no tiró en la última jugada.