El reto sigue vivo. A Serena Williams ya solo le quedan dos partidos para ganar su séptimo título en el Abierto de Estados Unidos e igualar el récord de 24 Grand Slams que mantiene la australiana Margareth Court. Parece cerca, pero a la exnúmero 1 mundial le queda el camino más duro, la máxima presión de luchar contra la rival y ella misma para conseguir su objetivo. Y eso se ha visto en el partido de cuartos de final en el que la tenista estadounidense ha tenido que remontar un set antes de imponerse a la tenista búlgara Tsvetana Pironkova por 4-6, 6-3 y 6-2.

Serena ha sufrido y rugido para evitar la derrota ante una tenista que volvía al circuito después de tres años de ausencia, para casarse y ser madre, y que en Nueva York ha jugado su primer torneo desde entonces. Serena Williams también ha sido madre pero ella dejó el tenis apenas siete meses y, embarazada de su hija Olympia, ganó el Abierto de Australia. El último grande que ha conseguido hasta el momento.

La jugadora búlgara, de 33 años, no tenía puntos de clasificación pero ha podido jugar por tener el ránking protegido. Pironkova dejó el tenis en Wimbledon del 2017 y clasificada en el puesto 131 mundial, Sobre la hierba inglesa tuvo su mejor resultado cuando en el 2010 alcanzó las semifinales y el puesto 31 mundial.

"CUALQUIER COSA ES POSIBLE"

En esa batalla de mamás Pironkova ha defendido su suerte con un tenis muy sólido desde el fondo de la pista y agresivo que le ha permitido ganar el primer set, gracias a una sola rotura (3-2). Serena gritaba desesperada y jugaba al límite, tirando a las líneas para desbordar a la tenista búlgara que devolvía una bola tras otra para su desesperación. Pironkova era un muro. Y lo ha seguido siendo al inicio del segundo en el que ha luchado durante nueve minutos antes de ceder su saque. Ha sido el punto de inflexión. Serena Williams no ha desaprovechado esa ocasión para tomar ventaja (2-0) que ya no ha dejado escapar.

Serena Williams destacó en la pista a su rival. "No es fácil lo que ha hecho, aunque una vez has dado a luz, cualquier cosa es posible", destacó la estadounidense que, a sus 38 años, se jugará el pase a la final del sábado ante la vencedora del partido que enfrenta la bielorrusa Vitoria Azarenka y a la belga Elise Mertens.