Ni siquiera ha llegado a saltar a la pista. La tenista estadounidense Serena Williams ha renunciado este viernes a seguir disputando el Abierto de Pekín antes de enfrentarse en cuartos de final a la australiana Samantha Stosur por molestias en la rodilla izquierda. Este es el tercer abandono de la temporada de la número uno mundial, tras los de Wuhan (por problemas víricos) y Madrid, y el número 25º en su carrera deportiva.

La menor de las hermanas Williams, que el jueves derrotó a la checa Lucie Safarova por 6-1, 1-6 y 6-2 con un vendaje en la pierna, no podrá revalidar el título conquistado el año pasado. "Empecé a sentir dolor en la rodilla izquierda esta semana. No me sentí muy bien anoche y por eso no he ido a la pista. He intentado moverme lo menos posible, pero me sigue doliendo. Sé que he avisado a última hora, pero el problema ha ido a más y así no puedo jugar", ha argumentado en una rueda de prensa.

Serena tiene previsto viajar a Europa para hacerse una resonancia magnética. Según el grado de su lesión, este puede ser el punto final de la temporada para la estadounidense. "Es muy frustrante tener que retirarme aquí. Es un gran torneo. Llegar hasta aquí y quedarme sin el título es tiempo perdido", ha añadido.