Durante los 15 minutos abiertos a la prensa en el entrenamiento de este lunes del Real Madrid, el capitán Sergio Ramos ha reaccionado con rabia contra el canterano Reguilón, destinatario de dos balonazos rabiosos del central después de recibir un golpe en la nariz de forma fortuita durante la sesión.

El incidente ha coincidido con el final del ejercicio, y Ramos ha respondido inmediatamente lanzando un balón cabreado que ha pasado cerca del canterano. Cuando Ramos ha regresado hacia la zona central del campo de entrenamiento, claramente contrariado con el ímpetu del joven, ha vuelto a patear un balón en dirección al canterano, que ha recibido el impacto en la zona baja de la pierna. Modric, luego, intentó calmar al defensa internacional.