Empezar un playoff de ascenso como sexto clasificado tiene sus desventajas. Para empezar, que eso conlleva que en las 42 jornadas de Segunda has sido peor que otros cinco rivales, incluidos, como es lógico, el Getafe, el Tenerife y el Cádiz. Después, en caso de que hubiera prórroga, el Huesca necesitaría marcar un tanto fuera de casa ya que no hay tanda de penaltis, pasa de eliminatoria el conjunto que haya quedado mejor clasificado y ahí los altoaragoneses parten en desventaja.

Sin embargo, se dice que a partido único puede pasar cualquier cosa y, en dos eliminatorias inviduales, ocurre lo mismo. Hasta ahora se han disputado seis promociones de ascenso a Primera División y en un tercio de ellas, dos en concreto, subió el menos favorito. El año pasado fue Osasuna, que se metió prácticamente de rebote entre los seis primeros, el que logró la machada y, en la campaña 13-14, el Córdoba, que terminó séptimo ya que el Barcelona B finalizó tercero, logró subir al eliminar en el último suspiro a Las Palmas en el Estadio de Gran Canaria con el recordado gol de Uli Dávila.

En el mismo terreno de juego, un año más tarde, el Real Zaragoza estuvo a siete minutos de alcanzar la gloria de la Primera División. Después de pelear mano a mano con la Ponferradina por entrar como sexto clasificado y de eliminar milagrosamente al Girona, los de Ranko Popovic lograron un 3-1 en La Romareda que no pudo ser defendido. De todos modos, es otro ejemplo de que siendo sexto clasificado se puede pelear por el ascenso a la máxima categoría.

El playoff se estrenó en la temporada 10-11. El Barcelona B también terminó tercero y logró el ascenso el Granada, quinto, contra el cuarto, el Elche. El conjunto nazarí sorprendió al ilicitano siendo un debutante en la categoría. En el resto de promociones subieron los favoritos. En la 11-12 y en la 12-13 fueron el Valladolid y el Almería los que se llevaron el gato al agua tras doblegar al Alcorcón y al Girona respectivamente. Así, a lo largo de las seis temporadas con playoff, han subido dos terceros, un cuarto, un quinto, un sexto y un séptimo, síntoma de igualdad.

Pase hipotético

Otro motivo que tiene el Huesca para creer es que, atendiendo a los resultados dados ante los equipos implicados en la lucha por el ascenso a Primera, todo ha estado muy igualado. Eso sí, solo ante el Getafe, si se dieran los mismos resultados, lograría el pase. En el feudo azulón, el Huesca sacó un empate a uno, mientras que en El Alcoraz, el resultado fue 0-0, así que el equipo dirigido por Anquela pasaría por el valor doble de los goles fuera de casa.

Contra el Tenerife, precisamente ese dato se volvería en contra. En el Heliodoro Rodríguez López el resultado fue de empate a uno, mientras que en Huesca los oscenses remontaron hasta el 2-2. Ante el Cádiz sucede algo parecido porque en tierras gaditanas los de Anquela perdieron 1-0 y, en casa en la segunda vuelta, fueron ganando por ese mismo resultado hasta la última jugada del choque, cuando Ortuño marcó el empate a la salida de un córner.

Sin embargo, las estadísticas muchas veces son papel mojado y en una promoción de ascenso son abundantes y variados los factores que influyen, pero la Primera División es una misión posible para el Huesca.