Se lesionó en la semana posterior a la debacle ante el Gipuzkoa Basket, en plena crisis, y volverá mañana, tras perderse dos partidos y con la calma otra vez instalada en el equipo. No han sido las últimas unas buenas semanas para Giorgi Shermadini, tanto por la lesión como una serie de actuaciones durante el último mes en las que su rendimiento no ha llegado a lo esperado, pero el georgiano ya está aquí para despejar dudas y reforzar a un CAI que buscará dar la campanada ante el Madrid el sábado en el Felipe.

"Ya estoy bien. Tuve unos problemas en los músculos de la espalda pero me encuentro recuperado. Entrené bien ayer, día de Año Nuevo, y en la mañana del jueves", explicó el pívot. Su dolencia, una lumbalgia, lo ha apartó de la competición y ahora reaparece ante, quizá, el mejor equipo de Europa. "Jugué contra ellos en la Euroliga y es cierto que hacen un baloncesto muy rápido, tiran desde todos los sitios y es uno de los top de Europa. Creo que debemos jugar fácil, despacio y con cabeza, afirmó. "Y hacer todo lo que nos diga el entrenador", bromeó. Tras dos victorias seguidas, una previsible ante el colista, el Valladolid, en el Príncipe Felipe y otra menos esperada y más necesaria ante el Unicaja en Málaga, el equipo de José Luis Abós llega con menos urgencia de la que se preveía hace dos semanas en su pelea por la Copa. A pesar de ello, Shermadini no le resta trascendencia al choque: "Claro que es un partido importante para nosotros. Pero también para ellos. Hemos entrenado al máximo y nos enfrentamos a un gran club, un gran equipo, un gran staff en todas las posiciones. Pero estamos fuertes", comentó. "Esperamos dar una buena imagen porque jugamos ante nuestro público. Sin embargo, ante este tipo de rivales, no se puede asegurar nada", dijo el jugador georgiano.

Por su parte, Jon Stefansson ha dado un paso más en su recuperación y ayer ya estuvo en la pista del Príncipe Felipe haciendo ejercicios para fortalecer su rodilla con el fisioterapeuta José Ignacio García.