—¿Qué supone la visita del Zaragoza a Reus?

—Casi es un sueño. Llevamos toda la vida peleando en Tercera y en Segunda B, estamos viviendo un bonito sueño toda la temporada y que te venga todo un Real Zaragoza, un histórico, es un orgullo, aunque también estamos un poco asustados porque te viene a visitar uno de los grandes y estamos necesitados de puntos.

—La temporada del Reus es muy buena, es un recién ascendido, tiene el límite salarial más bajo, la inexperiencia… Era lógico pensar que estarían abajo.

—Y tenemos 14 o 15 jugadores que el año pasado estaban en Segunda B. En la primera vuelta, aprovechando también la alegría del ascenso y la conjunción del bloque, hicimos una puntuación buenísima, que casi no nos tocaba. Pero al final las cosas se han puesto en su sitio, aunque antes hicimos granero y logramos un buen cojín para consolidarnos en Segunda, que es nuestro objetivo. Nos quedan cinco o seis puntos, a ver si los logramos pronto.

—¿Qué nota le pone a la temporada del Reus?

—De momento, es de sobresaliente. Y haciendo un juego espectacular hasta la línea de medios. Eso sí, nos falta gol. Lo sabíamos desde comienzo y tenemos lo que tenemos. La pena es no contar con un delantero como Ángel.

—Si lo tuvieran…

—Buff... Es que no solo los marca, que ya lleva una veintena, es que se los fabrica él solo. Qué tío. Es un fenómeno. Si lo tuviéramos quizá estaría hablando de otra cosa en la clasificación (sonríe).

—Acabaron la primera vuelta a un punto de la promoción de ascenso. ¿No tuvo la tentación de pensar en que era posible subir, imitando al Eibar o al Leganés?

—No, en mi caso, no. Siempre tuve los pies en el suelo. Somos novatos en la categoría, pero no en el futbol. Éramos conscientes de que no teníamos fondo de armario y sabíamos que eso nos iba a pasar factura. Y así ha sido. Entiendo a los aficionados y yo me encontraba en Reus con la gente y me decían, el año que viene estarás en el palco con Florentino, Esas cosas te pueden hacer perder el norte si las oyes mucho, pero nunca se nos pasó por la cabeza, sabíamos que íbamos a pasar malos tiempos y a sufrir.

—Sufrir en Segunda División, en un año histórico para su club, es menos sufrir.

—Yo llevo 16 años en el Reus, en dos etapas. Y me ha tocado vivir lo mejor de los 107 años de historia de este club: el ascenso a Segunda, el partido de Copa contra el Atlético y visitar grandes campos, como La Romareda. Ir allí como presidente fue una gozada, estamos disfrutando lo que no está escrito.

—¿Y al Zaragoza cómo lo ve?

—Soy del Reus desde siempre y de ningún otro equipo, pero tengo que confesar que por razones de trabajo he ido muchísimo a Zaragoza. Casi es mi segunda ciudad. Era director comercial de Nestlé y aún estamos allí con Cafés Brasilia. Mi otra casa era el hotel Boston y mis dos hijos están pasados por el manto del Pilar. Soy casi un mañico más.

—No esconde ese cariño.

—Y eso que tengo un pequeño puñal clavado porque estaba en Zaragoza cuando era el centenario del Reus y hablé con Xavi Aguado, con el que tengo buena amistad, y le dije que me gustaría que bajara el Zaragoza a Reus para un amistoso en verano, donde hay además tantos aragoneses que vienen de vacaciones a Salou, a Cambrils... Lo fui a pedir al club, pero no me hicieron ni caso. No hubo nada que hacer, aunque es verdad que era entonces una época más oscura en el Zaragoza. No conseguí que viniera para nuestro centenario, pero fíjese lo que significa para mí ese equipo y que venga en partido oficial.

—Los dos pelean en este partido por la salvación, por la continuidad en la categoría de plata.

—Yo estoy seguro de que el Zaragoza se va a salvar por el equipo que tiene. No lo veo de ninguna de las maneras en Segunda B. Es que me da igual empezar por la defensa, por Cani, por más arriba, por Lanzarote, por Ángel... Jugador por jugador, es impresionante. No es lógico que estén ahí abajo pero lo jodido del fútbol es que no son matemáticas. La suerte, a veces sonríe, y a veces no. Tiene que volver a Primera cuanto antes, se lo merece, porque, insisto, es un grande y como tal no puede estar en Segunda.

—Natxo Gonzalez está en el foco en este partido porque su futuro apunta a pasar por Zaragoza.

—Para mí es un doce sobre diez como entrenador, muy serio, trabajador y profesional. Yo hace dos meses me senté con él y hablamos de renovar. Me dijo que primero quería salvar al equipo. Desde esa conversación, ha aparecido en la prensa que si había fichado por el Zaragoza. No he vuelto a hablar con él y, en cuanto podamos, nos interesa saber qué va a pasar.

—¿Entendería que Natxo González no renovara con el Reus y que fichara por el Zaragoza?

—Yo entiendo todo, aunque a mí no me gustaría, porque es uno de los mejores entrenadores de España y porque queremos que siga aquí. Si se va al Zaragoza o a otro equipo grande, me puede saber mal, pero eso es una mejora para él, así que lo tengo que entender. Todos sabemos que el mundo del fútbol tanto para jugadores como para entrenador es corto y estas cosas pasan.