Nacido en Italia pero internacional con España, esta temporada ha sido el entrenador del Granadilla en la Liga Iberdrola. Este exdelantero pasó por el Sporting y el Betis antes de llegar como fichaje estrella al Zaragoza en el año 97. En su primera temporada no cumplió las expectativas y solamente anotó un gol en los 30 partidos que jugó.

-¿Le pondría algún pero a su campaña con el Granadilla?

-Ha sido una temporada espectacular, al principio hubo momentos complicados ya que era mi primera experiencia profesional en los banquillos pero el cuarto puesto lo recompensa todo.

-¿Tras la salida del club canario tiene algo planeado?

-Ahora solo toca esperar como a todos los entrenadores. Lo bueno es que terminamos a lo grande y ahora estoy esperando nuevos proyectos para decidir.

-¿Los 23 goles en dos temporadas en el Betis fueron su gran aval para llegar al Zaragoza?

-La verdad es que venía de hacer grandes campañas en un club importante con aspiraciones europeas. El Zaragoza necesitaba un delantero para tapar la salida de Morientes en los últimos días del mercado y me ficharon. Llegaba a uno de los grandes clubs de España con mucha historia pero la cosa no funcionó, fue una pena y siempre te quedas con esa espina clavada.

-Una delantera mermada después de las ventas de Morientes y Esnáider.

-El Zaragoza siempre había tenido grandes delanteros y cuando me llegó la oferta tenía mucha ilusión por hacer las cosas bien. Cuando firmé me sentía plenamente capacitado. Sin embargo, fue un fracaso. A veces en el fútbol pasan cosas así y por primera vez en mi carrera no me salieron las cosas deportivas nada bien.

-¿Qué recuerda de su presentación en La Romareda por el presidente Soláns?

-Estábamos a punto de acabar la pretemporada y teníamos un partido de presentación en La Romareda. Llegué con mucha ilusión y con la vitola de ser un fichaje muy importante. Estaba muy feliz por llegar a una entidad tan importante, era un paso adelante en mi carrera y era una temporada muy ilusionante para la afición.

-Incluso sin tener mucha suerte de cara gol, fue indiscutible.

-En la cuestión de goles, que es para lo que está el delantero, no me fue nada bien. Hice buenos partidos en la Copa del Rey donde sí conseguí ver portería y ayudé al equipo a llegar hasta las semifinales en las que caímos ante el FC Barcelona.

-En su segundo partido le expulsan y recibe una sanción de seis partidos por una supuesta patada en los testículos a Pompei, del Oviedo.

-Fue una expulsión injusta. Pompei se me puso delante y le empujé cuando retenía el balón y con la pierna le di porque quería sacar rápido para sorprenderles. Él ya se tiró al suelo y comenzó a exagerar como que le había golpeado. Fue una sanción totalmente incomprensible que provocó que me perdiese seis partidos y aquello también influyó mucho en mi trayectoria.

-¿Ahora con la ayuda del VAR quizás hubiesen sido más de seis partidos?

-Ese año el comité anunció que iba a poner sanciones más duras. A mí me tocó ser un poco el conejillo de indias. Seguramente con el VAR no hubiese sido ni expulsión aunque no quedó otra que aceptarla y tocó ver los partidos desde la grada. Fue terrible aguantar todo desde fuera sabiendo lo que toda la gente esperaba de ti.

-Pero el problema con el gol no era solamente una cosa suya, el máximo goleador del equipo fue Garitano con siete tantos.

-Fue un año nefasto, tuve partidos notables pero el balón no quería entrar. Tenía grandes ocasiones y el balón o daba en el palo o la fallaba incomprensiblemente. A veces esto sucede y solo queda pensar que esto es fútbol y cuando no quiere entrar, no entra. Fue la peor temporada que había tenido y fue una pena porque el Zaragoza había puesto muchas esperanzas en mí y nada salió como planeé.

-Un delantero debe darle muchas vueltas a la cabeza si no consigue marcar. ¿Es difícil aceptar las críticas?

-Cuando eres el delantero referencia y te fichan de fuera tienes que asumir la responsabilidad. Siempre lo he dicho, pido disculpas al Zaragoza y a la afición porque no fue un año bueno. En esos duros momentos toca apechugar y a pesar de los buenos números de Copa, no eran justificables las estadísticas ligueras. Siempre asumí que fue un gran fracaso y todavía siento esa pena.

-¿Le pudo la presión?

-Cuando deberías ser el sustituto de grandes jugadores desde el principio sabes lo que tienes que hacer. No se dio la temporada y toca asumir todo lo que pasó. En lo personal lo llegué a pasar mal, estaba desanimado e incluso medité la opción de dejar de jugar a fútbol. No me había pasado nunca y me tocó pasarlo en Zaragoza. Salí reforzado de allí y tuve que salir del club para disfrutar del fútbol y de los goles.

-En su segunda temporada no jugó ningún partido.

-Desde la pretemporada el club quería buscarme una salida y no se consiguió un precio beneficioso para el Zaragoza. Chechu Rojo no contaba conmigo desde el principio y me tocó ver toda la temporada desde la grada. Hasta que en el mercado de invierno me salió la oportunidad de salir.

-¿Cómo fue su salida del Real Zaragoza?

-El Zaragoza había fichado a otro delantero de gran nivel como Milosevic y ya me dijeron que no iba a jugar. Se cerró el mercado y no fue hasta enero cuando me salió la oferta del Tenerife y por fin conseguí marcharme.

-Su carrera estuvo ligada a la del carismático Juanele.

-Cuando yo estaba en el Sporting, él se fue al Tenerife dentro de la operación y después también está dentro del traspaso cuando yo llego al Tenerife, ya que él se marcha al Zaragoza. Aportó mucho en los dos equipos y luego en la vida todo puede pasar y nadie sabe lo que te depara el futuro.

-¿Se puede decir que su paso por el Zaragoza estuvo influenciado por asuntos extradeportivos?

-Fue un lío por una cláusula en mi salida del Sporting de Gijón. Fueron unos asuntos convulsos que por suerte se resolvieron. Al final te afectan, tenía la posibilidad de entrenar y de jugar para olvidarlo un poco pero son problemas que me afectaron en mi llegada a Zaragoza y claro que tienen efectos secundarios en tu vida normal.

-¿El futbolista aunque esté en su propia atmósfera sigue siendo una persona con sentimientos?

-Por supuesto, lo que pasa fuera te marca en tu camino. Tuve ese problema extradeportivo que me afectó pero no sirve como justificación o como excusa. No estuve bien y esa es la única realidad.

-¿Cómo sobrepasó esa mala racha?

-Con el tiempo te haces más fuerte pero en el momento que lo estás viviendo no disfrutas de nada de lo que haces. Tuve la suerte que la gente de la ciudad me trató muy bien fuera del fútbol y siempre me ofreció su apoyo.

-«Míster, cámbieme a mí, que no hay manera. Dejo el fútbol». Fue una de sus frases al descanso de un partido. ¿Qué provoco esa decisión?

-Fue en La Coruña, había tenido un par de ocasiones claras en las que no sé cómo el balón no entró y ya pensaba que estaba gafado. Además, tenía muchos problemas personales encima y en el descanso le dije a Luis Costa que no quería seguir jugando.

-Incluso meditó dejar el fútbol. ¿Es eso cierto?

-Sí, fue un momento muy delicado pero desde el Real Zaragoza me ayudaron mucho y seguí jugando sin estar bien completamente.

-A pesar de esta mala dinámica después se volvió a sentir futbolista.

-La verdad es que después volví a disfrutar con la pelota en el Tenerife, en el Extremadura y Terrassa, donde volví a marcar goles. Siempre había sido goleador y me había ido bien en todos los clubs donde había estado. No es que el Zaragoza había fichado a un futbolista que era muy malo y que no rendía, sino que vivió un año malo y ante eso solo puedes luchar porque son cosas que le pueden suceder a un futbolista.

-Luis Costa siguió confiando en usted en los malos momentos.

-Guardo un buen recuerdo. Siempre ha estado ahí apoyando a todos los futbolistas. Fue un hombre que apostó por mí y me mantuvo en el once durante todo el año. Siempre le estaré agradecido. Es un hombre que forma parte de la historia viva del Real Zaragoza.

-¿Considera que La Romareda tiene un público exigente?

-Es un público exigente porque el Zaragoza es un grande de España. Un club que estaba acostumbrado a luchar por los títulos como la Recopa y la Copa del Rey. Cuando un futbolista juega bien y marca goles, el público le quiere y cuando la cosa no va bien le van a silbar. Conmigo fueron críticos pero lo asumo dentro de la deportividad, era el primer apenado por la situación.

-¿Sigue la situación en la que está el equipo actualmente?

-La llegada de Víctor Fernández les proporcionó la estabilidad necesaria y han conseguido salvar la temporada. Deberían apostar por la cantera ya que están saliendo muchos jugadores jóvenes. Tiene una buena formación en el fútbol base como ha demostrado el División de Honor juvenil. Espero que pronto podamos ver al Zaragoza en Primera.

-Uno de los problemas este año ha sido la falta de gol.

-Es un problema que sufren todos los clubs. No tienen gente goleadora pero el Zaragoza tiene futbolistas interesantes en esa posición. Lo que pasa es que cada temporada es distinta y cuando piensas que vas a luchar por una meta te encuentras con todo lo contrario.

-¿Cuál cree que es el problema del club aragonés para que lleve ya tantos años en Segunda?

-Si lo supieran ya lo hubiesen arreglado. Hay muchos clubs históricos en Segunda que quieren estar ahí arriba lo antes posible pero no lo consiguen.

-¿Cómo llega un italiano a jugar con la selección española?

-Llevo desde niño en Tenerife y me siento un canario más. Cuando haces tu carrera profesional en España te llega la oportunidad de ir con la selección y fue un sueño poder ir convocado.

-Incluso llegó a jugar un partido de portero.

-Fue en el primer partido de la UEFA con el Tenerife ante el Auxerre. Se lesionó el portero y ya teníamos los cambios hechos. Cuando eres joven no piensas en las consecuencias, por lo que decidí ponerme. Viví todo con alegría porque ganamos nuestro primer partido en esa competición y eso me quedó marcado.

-En Barcelona le recuerdan con agrado tras aquel gol al Real Madrid en el minuto 92.

-Tuve la suerte de entrar en la historia del Tenerife y lo vives como un gran recuerdo.

-El árbitro de aquel partido, Gracia Redondo, era aragonés. ¿Tanta polémica hubo?

-Dentro de la polémica que pudo haber siempre que se decide una Liga y están inmersos el Barça y el Madrid todo se ob­serva con lupa. Él se llevó muchos palos. Incluso hoy en día con el VAR no hubiese habido ninguna polémica y menos a favor nuestro.